José de Almada Negreiros, "Pessoa",1964
La exposición "Pessoa, todo arte es una forma de literatura" nos da a conocer el conjunto de artistas portugeses y otros que participaron en las vanguardias, unas vanguardias especiales "portugesas" con tendencias especiales de las que hablaré en próximas entradas. Interesante para el neófito; para otros, recuerdo de lo conocido, o como dijo Pessoa, en la voz de Álvaro de Campos:"sentir todo de todas las maneras", increíble, creo, para él por su carácter, difícil para mi como se observa en este POEMA:
¡He de decirlo: lo que antaño me gustaba, hoy me
aburre.
Me aburren las proclamas, los gritos, las excesivas
voces,
Me aburren los susurros intimistas, los denuedos sin
remedios, los “yos” repetitivos,
Me aburren la insistencia en las vanguardias conocidas:
el futurismo sin sentido, el cubismo cuadriculado, el expresionismo abstracto,
la abstracción expresionista, el realismo fotográfico,…
Me aburre lo que no es de este tiempo y se nos
presenta como novedoso,
Me aburre lo viejo y la ignorancia de los jóvenes y
hasta de algunos mayores,
Me aburren las exposiciones que te insisten en lo
novedoso de la misma, cuando entonces no supusieron ningún despertar,
Me aburre Tzara, Picasso, Apollinaire, Kandinsky, …y muchos más
Me aburre lo que llaman arte fotográfico y nunca
aguanto una exposición
Añoro a Virgilio, a la épica lírica, a la expresión
retorcida, al hierro enrevesado y curvo de Oteiza
Añoro al creador
solitario, la exposición silenciosa, la crítica escondida,la interpretación
sincera,…
Si el mundo da
vueltas, gritar es fácil, seguir a su
ritmo dificil.
No obstante pondré también el poema "El paso de las horas" de Álvaro de Campos que fue un reflejo de inspiración de estas vanguardias:
No sé sentir, no sé ser humano, no se convivir dentro de mi
alma triste, con los hombres mis hermanos en la tierra.
No sé ser útil aun sintiéndolo, ser práctico, ser cotidiano,
nítido
Vi todas las cosas y me maravillé de todo,
Pero todo sobró o fue escaso no sé qué- y sufrí.
Viví todas las emociones, todos los pensamientos, todos los
gestos,
Y quedé tan triste como si hubiese querido vivirlos y no lo
consiguiera
Amé y odié como toda la gente,
Mas para toda la gente eso fue normal e instintivo,
Y para mí fue siempre la excepción, el choque, la válvula,
el espasmo.
No sé si la vida es poca o demasiada para mí.
No sé si siento de más o de menos, no sé
Sea lo que fuere, la vida es tan interesante que lo es en
todos los momentos,
La vida llega a doler, a asquear, a mutilar, a rozar, a
rechinar,
A dar ganas de gritar, de saltar, quedarse en el suelo, de
salir
De todas las casas, de todas las lógicas y de todos los
balcones,
Y volverse salvaje hacia la muerte entre árboles y olvidos.
Está todo intenso en mí
Está todo así, tan claro
Está todo brillando en mí
Todo ligado (conectado)
Como si fuera una colina iluminada
Por un ámbar (resina) eléctrico
Que se filtra entre los edificios
Y baña de luz el lago hasta San Conrado
E iluminara hasta las canoas
Aquí, del otro lado
Todo plegado (conformándome)
Todo en mí ardiendo
Está todo así, lleno de pasión en mí
Como fuegos pirotécnicos
Sí, desde que vine
A vivir en tus ojos.
Yo quiero un regazo o una cuna o un brazo caliente alrededor
de mi cuello... Una voz que canta bajo y parece querer hacerme llorar...
Yo quiero un calor en el
invierno... Un extravío tibio de mi conciencia... Y después, sin ruido, un
sueño tranquilo en un espacio enorme, como la luna rodando entre estrellas...
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