Mostrando entradas con la etiqueta novela. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta novela. Mostrar todas las entradas

miércoles, 10 de marzo de 2021

ECO


 Decía antes de acabar la lectura del libro: acaba ya de una vez, acaba cuanto antes, acaba antes de que anochezca, y me crea transformado, hundido en mi propia historia.

Así escribe Carlos Frontera. (Gracias a ti, Sara Mesa, se me ocurrió leer este desagüe interior)

Harto de yos, de invocaciones y repeticiones que no son anáforas, pensé: Dios  mío, aléjamelo, por qué he caído tan bajo? Esto no es una novela, ni poesía, aunque adopta casi esta forma-voy a seguir con su forma de narrar-, esto no es una historia, esto no son ni siquiera Ecos, esto es un desagüe interior psicológico, líbrenos Señor, desembucha(habitación, dolores, tapones de la nariz, cucarachas, enfermedad, subida al Monte Carmelo, ah , no , Himalaya, tu rubia, tu padre…demasiado!!?...) porque estás en lo más profundo que se puede estar, porque estás en un pozo sin fondo, porque estás en una calle sin salida, porque estás en una noche sin fin, porque….

¿Hasta dónde hemos llegado para que se nos pueda publicar algo?¿A quién te diriges? Lo sé, a nadie. Se trata de que alguien te escuche, desembucha, habla, comenta, discursea, parlotea, di…

ECO es antiliteratura: yos excesivos, repeticiones constantes, expresiones inacabadas, frases de Internet, fíjate en las siguientes expresiones:

“….en una camilla en una sala desierta..…abocetaba el alma…,con esa extrañeza en lo alto, …le faltaba un hervor….solo muy al cabo….mi extremidad más bulto que pie,…órganos y humores que conforman mi cuerpo,…eccema que aparece cada tanto detrás de mi oreja, …era un mindundi.., si sale cara…si sale cruz…, se esferifica,…Hay una capa de polvo sobre polvo sobre polvo sobre polvo sobre qué, …hasta que los pies dos piedras de carne…En tanto cosa ajena (pies) a mi cuerpo, caspa de palabras…” Y así todo el libro.

Pongamos otro ejemplo:

“Nosotros, los rezagados, los consumidos por el fuego de la vergüenza, los aplastados por el peso de la culpa, los acomplejados por la certeza de no dar nunca la talla, de no estar nunca a la altura, nosotros, los incapaces, ÉRAMOS ejecutores y ejecutados de una espiral de aislamiento que fluía hacia adentro, (éramos) las paredes de un embudo que se tragaba nuestras  cada vez más escasas fuerzas, que acababan por desaguar sobre nuestro ánimo, (éramos) esa construcción mental o sentimental o desesperanza en mitad de  la montaña, mi Himalaya”

Lo mejor: LA PORTADA

Leer más...

domingo, 14 de febrero de 2021

Sara Mesa

Sara Mesa: Un amor

 Una “intrusa”, Nat, traductora, llega a un pueblo “vaciado” La Escapa, huyendo de un robo cometido, abandonado su trabajo y emprendiendo nueva vida.

La novela parece una obra de teatro con tres actos.

Dichos actos se desarrollan con escasos personajes, próximos a la casa que ha alquilado en el pueblo: el Casero, Andreas el alemán, Píter el hippie, la familia de El Chaletito, una pareja de ancianos: Joaquín y  Roberta, la chica de la tienda. El perro Sieso. 

En el primer acto Nat conoce a sus habitantes. Cabe destacar que el casero le entrega un perro salvaje Sieso, que la casa alquilada está llena de goteras, y que el campo es campo hay víboras y malas hierbas. El narrador externo al final de la primera parte nos dice:”Nat se repetirá esas palabras después(….)Él (Andreas) no dice a cambio de acostarme contigo. No dice, ni mucho menos, ninguna otra expresión más o menos ofensiva que signifique algo parecido. Lo que dice es que ella le deje entrar. No solo entrar en ella , sino que ella le deje entrar." Notará el lector que es una declaración muy poética de decir que quiere hacer el amor, al estilo de Antonio Gamoneda, puesta en boca del alemán, Andreas. Nat, aunque se lo piensa y dice no, más adelante accede para que Andreas le arregle las goteras.

En el segundo acto, se muestra a la protagonista atrapada en una historia de amor con Andreas, de la que todo el mundo, en el pueblo, se acaba enterando Ella lo recibe a través de indirectas. Pero Andreas es, para ella, un misterio: se entera que ha estado casado. Y su mente se pone a funcionar. El acto termina rompiendo Andreas esa relación.

Y el último capítulo, el más corto y dramático, porque parece una obra de teatro: Nat no lo puede olvidar y lo vigila; sale a pasear con el perro que lo deja abandonado  y a una niña del Chaletito le desgarra la cara: lo que faltaba, todo el pueblo y la guardia buscan al perro para matarlo; a partir de este momento, la vida de Nat se transforma,  el pueblo no la quiere, aunque el marido de la de El Chaletito siempre ha estado enamorado de ella y el Casero intenta abusar considerándola una puta. Lo típico de los pueblos.

Pero todo ello ha servido para que Nat se convierta en otra persona más invulnerable.

 Puedo decir que es UNA NOVELA EXCELENTE. ¿Qué la hace excelsa? Su lenguaje de frase corta, reflexivo, analítico de cada expresión o palabra, psicológico.

El cuadro que se presenta me recuerda a algunos aspectos campestres de La familia de Pascual Duarte. Pongamos algunas frases:”    

-En el campo son brutos, tozudos y muchas veces crueles hasta el salvajismo. (pág.31)

-Sus lemas son: no tirar nada, sacar provecho de todo, respetar la tierra, consumir lo mínimo, ahondar lo máximo (pág.41)

O aquellos próximos a un debate sobre los animales:”

-….hasta una vulgar víbora tiene derechos de preferencia sobre el terreno. En cambio, ella, pase el tiempo que pase, nunca va a dejar de ser una intrusa (pág.59)” o incluso que hubiera que matar al perro, idea que fastidia a la protagonista.

Creo que estamos ante una gran novelista: no sobra ni falta una palabra. La obra también es una reflexión sobre el sentimiento y las relaciones: la protagonista acaba cayendo "enamorada" de un personaje que todo el pueblo odia. ¿Es raro en una mujer? Cuando Píter la trata de maravilla? ¿Qué hace sola una mujer en un pueblo? Pregunta que todos se hacen, como si todos tuvieran derechos sobre ella. MERECE LA PENA.

Leer más...

domingo, 7 de febrero de 2021

Carlos Mayoral: Un episodio nacional.


 "Y en ese mismo instante, con la naturalidad con la que ocurren las cosas para las que has venido al mundo, escribí lo que sería la primera frase de mi novela:

   El día que aspiras el aroma de la muerte, este no te abandona jamás."

Así termina esta novela con la frase que comienza el joven Melquiades, que acaba de llegar desde Castilla a Madrid para que Galdós, escritor de reconocida fama, le instruya en el arte de escribir, en este caso escribir una novela sobre el Crimen de la calle Fuencarral que, Galdós, como hecho real, hizo de reportero para un diario argentino, con un estilo muy diferente al usado entonces, el estilo policiaco. Este crimen se recogió en todos los diarios de entonces, finales del siglo XIX, tanto españoles como extranjeros: la viuda Varela, mujer de clase alta es asesinada en su piso de la calle Fuencarral: unos echan la culpa a la criada Higinia (clase popular); otros, al atolondrado hijo ·el Pollo Varela" (clase pudiente). Puedes leer los hechos en internet.

Un Episodio Nacional de Carlos Mayoral, qué aporta a la narrativa actual? Yo creo que no es la historia y ese afán literario -que está bien- que nos presenta sobre hechos y personajes históricos: las relaciones de Galdós y Pardo Bazán, el Madrid clásico, escritores y políticos como: Baroja, Modesto Ríos, Millán Astray...son historias demasiado repetidas y no aportan nada para los aficionados de la novela del siglo XIX.

En una de las páginas el autor dice: "Creí que tenía todo lo que necesitaba una novela: el amor y la muerte. Pero me equivocaba. Porque el amor y la muerte no son circunstancias, no son meros accidentes dentro de una narración.(...)El amor y la muerte se hacen dueños del arte, lo capitalizan, y demasiado tarde comprendí que si quería escribir esta novela, tendría que rendirme a ellos" y aquí es donde entra la sabia mano de escritor de Carlos Mayoral, en esta relación de amores -Galdós y Emilia; Melquiades y Laura- y muerte -el proceso y sentencia a muerte de Higinia-; en la forma de distribuirlos, de presentarlos, con un estilo muy galdosiano o barojiano, propio del siglo XIX, donde aparece el narrador de Melquiades en primera persona hablando al lector. Hay en la obra una narración lineal cadenciosa, -muchos temas, clases sociales...  y formas de narrar del siglo XIX-una búsqueda de la sencillez nada fácil de conseguir que se aproxima con bastante certeza a la narrativa de esos grandes narradores de los que nos habla: Galdós, Baroja, Pardo Bazán...Y todo lo consigue el escritor con una elaboración muy estudiada, aunque sea un tipo de novela que, a mi ,personalmente, no me atrae, pero reconozco las grandes dotes de este escritor.

Leer más...