He estado por estos andurriales, como se dice en El Quijote, de la villa, para no repetir, de Ciudad Real, donde el sabor a vino se mezcla con los sueños juveniles de una sociedad en marcha, nueva. Enseguida sabemos que nos encontramos en una tierra que se come bien, la tierra de Sancho."La verdad sea (..) que yo no he leído ninguna historia jamás, porque ni sé leer ni escribir;"(I,10), y sin embargo se mete en aventuras "...arremetieron con Sancho y dieron con él en el suelo, y, sin dejarle pelo en las barbas, le molieron a coces y le dejaron tendido en el suelo, sin aliento ni sentido"(I,8).(Lo mismo sacan esta noticia en el telediario¡). La ciudad conserva ese espíritu -que todavía debe trabajar más- dedicado a la obra más cumbre de la literatura española."Llaneza, muchacho; no te encumbres.."(II,26) ¡Cuántos consejos y soluciones a las miles de preguntas que atormentan al ser humano! Ciudad Real tiene que dedicar más recursos a ambas figuras, es esencial para su desarrollo.A pesar de todo la ciudad acoge al visitante de manera agradable.
"Tarde piache(...)yo soy del linaje de los Panzas, que todos son testarudos, y si una vez dicen nones, nones han de ser, aunque sean pares, a pesar de todo el mundo.(II,53)
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