VIAJE
CON CLARA POR ALEMANIA
“Ratón”, el marido de Clara, se dedica, mientras ella
trabaja dando clases por las mañanas, además de cuidar el jardín y la casa, a
escribir su relato de viajes que Clara había reflejado en un libro sobre una
guía de Alemania.
En el fondo, quien escribe la guía de viajes es él, y
a través de “sus escritos privados” lleva al lector siguiendo dicho recorrido:
Clara pide un período sabático, a ver si es posible que, con este libro, pueda
abandonar la enseñanza para dedicarse a escribir. A través de ese recorrido,
pasando por diversas ciudades y pueblos, comprobamos que residen en casa de una
tía, en la casa de una hermana, abandonada, según ella, por el marido y con un
hijo con una grave enfermedad de deficiencia, en hoteles, en unas casas
particulares de alquiler, etc. Ratón aparece aquí como ayudante, y en el fondo
recopilador de aquellos aspectos que su mujer no va a contar en la obra, y
mandado por Clara para que obtenga información y haga las fotografías que ella
va a necesitar para su guía.
Lo interesante de este recorrido, lo esencial de la
obra, es que:
1.-conocemos bastante, me parece a mí, de la vida real
de los protagonistas: cómo se conocieron y su círculo familiar. Pero lo más
interesante es la agudeza del autor para contarnos y mostrarnos cómo hombres y
mujeres tenemos actitudes y comportamientos muy distintos
2.-la obra parece un manual, un tratado sobre las
relaciones de pareja dentro del matrimonio.
3.-escrita en primera persona con un estilo “fluido….de improvisación
absoluta, frases cortas, lengua llana.” Según nos dice el autor, no está exenta
de una cierta sutileza, de una cierta ironía y también de mezcla de lo serio
con lo jactancioso, de un conjunto de tácticas de pareja para que la relación
vaya bien.
4.-En algunas descripciones, sobre todo cuando el
protagonista nos habla de las comidas, bebidas o helados, hay un cierto regusto
clásico, un regodeo estilístico que suena incluso a El Lazarillo y a otras
obras clásicas.
Lo aburrido de la obra es aquello que a todos nos ha
sucedido en cualquier viaje: la rozadura que nos ha producido un zapato en el
pie (aunque aquí tiene su intríngulis); la pareja sentada a nuestro lado en una terraza que te está
echando el humo a los ojos y te pones a defender a tu pareja; el italiano que
te sale en una carretera diciendo que tiene unas prendas muy baratas intentando
engañarte (Así hace años me compré yo una “chupa”, cuando iba al trabajo); los
sin oficio colocados en los semáforos que te ensucian a toda costa el
coche;etc. Quizás los últimos capítulos sobran.
Algunos pensamientos del autor:
-“En Alemania”, continúa la señora
escritora…,”asistimos a la tiranía de lo gris.¿Crees que alguien protesta o se
rebela? Nadie”(cap.2)
-“Te falta romanticismo, ratón, y así ¿cómo vas a
reconocer la belleza cuando la tengas delante? (cap.6)
-..” y sin sacrifcio ni ambición no es posible crear
una obra artística valiosa”(Clara) (cap.7)
-Ni en sueños me puedo imaginar a Clara abandonándose
sin freno a los vicios; a veces, sin embargo, sucumbe a pulsiones yo no sé si
románticas, pero desde luego más fuertes que su voluntad,..(cap.8)
-…por un problema que tenemos algunos varones en
determinados momentos con el lenguaje. En una palabra, reconozco que me
incomoda mi torpeza para transmitir consuelo.(cap.8)
-Incluso cuando goza de salud, sus indicaciones o
llegan tarde o son imprecisas, contradictorias, vacilantes, de una utilidad
escasa a menos que el objetivo consista en llegar por ventura a cualquier sitio
que no sea el acordado.(cap.8)
-“Todavía está por inventar el primer hombre que sepa
escuchar a una mujer”(Clara)….(…) Le pedí que denunciara aquel abuso en su
libro; pero se conoce que también está por inventar la primera mujer que sepa
escuchar a un hombre.(cap.9)
-Pasados los treinta, encender hogueras
revolucionarias es puro conservadurismo. Es una pobre y ridícula pretensión de
resistir en afanes juveniles cuando ya anuncian la alopecia, la pérdida de las
muelas, el mal hemorroidal y otros achaques que determinarán el rumbo cotidiano
de nuestra vida en adelante.(cap.11)
-Preguntarme si quiero follar es como preguntarme si
quiero respirar.(..) Hay funciones vitales que a duras penas se dejan gobernar
racionalmente.Lo mismo que aspiro aire, sudo, produzco saliva, eyaculo, y
..(cap.11)
-La vida tiene ese pequeño inconveniente: que pasa y
termina.(cap.12)
-No se me oculta que otros prefieren ablandar el hielo
femenino poor medio de regalos, ramos de flores y esas cosas. A mí,
considerando el lugar y la hora, sólo me quedaba el recurso del delantal, que
tampoco es desdeñable. Produce risa en un primer momento, pero luego da pena. Y
en la pena cifraba yo mis últimas esperanzas de incitar a la esposa al piadoso
préstamo de su cuerpo para un desfogue que yo procuraría que fuera breve con
objeto de causarle a ella la menor molestia posible.(cap.12)
-La luna (…)añadía una nota romántica a la escena matrimonial.Clara
es particularmente sensible a ese tipo de detalles. Un pájaro que se limpia las
alas en el alféizar, los copos de nieve que se pegan a los vidrios, la
mencionada luna sobre los tejados,…(cap.12)
-Clara aún no había terminado los estudios; yo era un
becario de veintitrés años, sin perspectivas laborales, sin permiso de trabajo
ni de residencia más allá del tiempo que durasen mis actividades
universitarias, pero con unos rizos largos y oscuros que, según insinuaron en
cierta ocasión mis futuros parientes alemanes,debían de haber sorbido el seso a
Clara, rubia convencional, de melena lisa hasta los hombros,…. (cap.13)
-…se permitía darme órdenes en presencia de sus
familiares, una vejación que desata en mí un placer supremo con tal que la
sufran otros.(Cap.13)
-…de forma que hoy por hoy la salud física y el
bienestar mental son la única utopía que reconozco.((cap.14)
-se pasa uno la vida callando por discreción, por
cobardía, por diplomacia.(cap.16)
-…los escritores no son más que las cáscaras desechables
de sus obras,(cap.17) …publicado un
libro, su autor sobra.
-Entre nosotros me tengo, sin embargo, prohibidos los
chistes acerca de mujeres y mapas, ya que en el caso de Clara no son
chistes.(cap.17)
-Prefiero mil veces disputar con varones. Uno sabe a
qué atenerse y la táctica es sencilla: gana el que sacude más fuerte sea de
obra o de palabra.Pero con una mujer que te besa y te arrulla ternezas al oído,
¿qué estrategia se puede adoptar?(cap.17)
-Me enfada enfadarme. Nada me enfada tanto como estar
enfadado. Si me enfado, entonces me tengo que desenfadar dos veces y eso
también me enfada.(cap.17)
-Es esta una táctica de guerra conyugal que suele dar
buen resultado,….(…)alejándome de su presencia doy a entender que yo soy el
agraviado,(cap.18)
-…en que, joven, melenudo y becario, vine a la ciudad
con intención de estudiar la lengua alemana durante un plazo de seis meses.
Transcurrido el cual, ni pude ni quise soltarme de los brazos de Clara y aquí
sigo tantos años después,(…) casado y sin licenciatura, ni porvenir
profesional, ni juventud, ni nada de melena, que todo lo sacrifiqué por mi
dulce y literaria esposa. Y lo peor que ni siquiera estoy arrepentido. (cap.20)
-….para muchos ciudadanos alemanes las visitas de
improviso implican un incordio que, según la susceptibilidad de los
involuntarios anfitriones, puede fácilmente alcanzar el rango de ofensa e
incluso el de agresión. Se conoce que no les gusta ser sorprendidos en el
desaliño, el desorden o la limpieza deficiente que para no pocos de ellos forman
parte inseparable de su vida doméstica, aunque de puertas a fuera se hagan los
elegantes,.(cap.21.
-Gracias a personas como nosotros existe el amor en el
mundo, no lo olvides”, “Huyuyuy, ratoncito, no sabía que fueras tan
romántico”.”Estas maravillas retóricas me las inspira la promesa de un coito
cuando llegue la noche. Tampoco olvides eso, ¿eh?” (cap.21
-Tengo comprobado que los ciudadanos alemanes
gesticulan poco cuando dialogan, tal vez porque su idioma, adecuado para la
expresión precisa de los conceptos, no necesita apenas del complemento gestual
ni de los ademanes…(cap.23)
-Costumbre, por cierto, muy alemana esta de pedir los
platos según el número que les corresponde en la lista del menú…(cap.25)
-El caso es que te salga un texto fluido. Eso es lo
que yo y mi prima la sensatez haríamos en tu lugar: improvisación absoluta,
frases cortas, lengua llana.”(cap.25)
-Me tentó preguntarle a Clara si un pujo irresistible
de lujuria la arrastraba hacia mí. No es lo habitual; pero, como las mujeres al
parecer no son raras, nunca se sabe.(cap.26)
-Se limitó a indicarme que no dejara ningún aparato
electrónico encendido. (cap.26)
-Pero ya era tarde para volverme atrás. O él o yo.
Esto las mujeres no lo entienden. No lo entenderán jamás. Otras hormonas, otros
instintos. Se me hace que para ellas el desenlace de una disputa lo decide la
pericia en el manejo de las palabras. ¿Será por eso que hablan y hablan, y
arguyen y redarguyen, y pegan cortes y lanzan indirectas cuando discuten,
confiadas en la eficacia del veneno verbal? A nosotros (..)ya desde
pequeños,(…)nos simplifica las cosas inculcándonos la certidumbre de que la
razón prefiere aliarse con quien tumba al otro.(caqp.27)
-Temo convertirme en lo que nunca quise ser, en un
escritor, en un profesional del lenguaje, en un picapedrero del estilo.(Cap.28)
-“No te imaginas cuánto añoro tus ironías importunas,
tus provocaciones insoportables, tus bromas pesadas.” (Clara)(cap.31)
-…me aburriré a muerte sin escritura, sin partidos de
la Bundesliga y sin jardín.(cap.32)
-Yo callaba, yo aguantaba, porque si uno no calla, si
uno no aguanta, no sirve para marido.(cap.33)
- Fui un
viajero que habría preferido no salir de casa. Sin ser escritor ni abrigar la
pretensión de serlo, he escrito un libro y, lo que aún entiendo menos, me lo
van a publicar..(cap.35)
-Tuve la conciencia plena de hallarme exento de
dolores, de problemas, de necesidades urgentes; también de esos gustos y afanes
inmoderados que las personas pagan a menudo con la desilucsión, el hartazgo, la
fatiga.
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