sábado, 17 de febrero de 2018

Carta de ajuste

                                                       Panu Puolakka, 1972



Si tienes algo que decir, habla. No como un locutor de televisión, de radio, o de cualquier medio o red, ni como un analista –así los llaman- político,  periodista. No, así no se habla. Tampoco como un jubilado que se pasa todo el día viendo videos de jardín de infancia;  ni siquiera como un influencers o bloguero, dominguero y falso, prepárate el discurso, no hagas lo que hacen en los telediarios; se repiten y lo repiten, el del día por la noche, Es tan poca la gana que le ponen que puedes fijarte cómo dice Jesús los deportes en tv1, parece que está rezando el rosario para acabar cuanto antes. Ana y Jesús ¿por qué no os jubiláis para aburrir a los nietos? Ya os hemos sufrido bastante, gracias.
Así está el país: la mitad aburre a la otra mitad, excepto los banqueros y empresarios que andan a lo suyo, aún teniendo gota, aún doliéndole las cervicales o padeciendo de la próstata, no dejan el trabajo (¿o es el dinero?), como ese señor tan mayor que va con bastón y que al verlo todo el mundo dice:”se cae, se va a caer,…”¿No estaría mejor en su casa, como los de su edad, chateando, viendo videos de jardín de infancia , pudiendo ir al water cuando lo estimase necesario, que no apareciendo en público para preocupar a todo el mundo, “que se nos cae,..” “que nos quedamos sin…” ¡Qué pena, por cien mil y pico euros que tengas que estar dando la nota! Lástima, mi madre ya me lo hubiera reprochado: vete a casa, hijo, que nada estás haciendo por ahí. Claro, ella no sabía que al año se pagaban esos sueldos. Alguien que cobre tanto, diría ella, tendrá que estar todo el día trabajando, porque sino le parecería imposible poder cobrar esa cantidad. Y si está todo el día trabajando, diría, cuando gasta lo que gana? No tiene tiempo. Ni siquiera los fines de semana que tendría que estar dedicado a preparar/se el trabajo de la semana siguiente. No como en los telediarios que no se preparan nada. Bueno, las chicas de la sexta sí, hablan con mucho espíritu, lo que tampoco significa “prepararse”. Y digo esto porque siempre veo las mismas caras. Posiblemente hayan necesitado dos horas para leerse todos los periódicos, y a esto llaman preparación: a repetir lo que hemos leído por escrito.¿Y qué más da? Si media España anda a ver como engaña a la otra media. Mira no me quiero liar, porque sino no dejo títere con cabeza, y se me puede ocurrir hasta declarar la independencia de mi aldea.   

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