Era la primera vez que hacía un viaje tan largo en avión-Madrid-Nueva York-.No se me hizo pesado a pesar de todo: comimos bastante y luego quisieron que durmiéramos. Bajaron las ventanillas y no pude ver el mar, porque yo no tenía ganas de dormir. En la comida, me pusieron una tarrina de plástico con ensalada ( 4 hojas de lechuga que había que preparar). el aceite y vinagre venían en una pipeta también de plástico que no había forma de abrirla, y cuando lo logré me salpicó al pantalón. ¡Vergüenza para mí ya todo el día.!
Una pesadez la aduana: colas, fotos, documentación,..
Y una pesadez el traslado al hotel: taxi con coreano al mando: trayecto de una hora, con una carretera en obras y en muy mal estado, pero agradezco la música y la habilidad del taxista coreano.
El hotel -todo el personal de habla española- estaba muy cerca de la mayor animación de Nueva York: Time Square. Un mundo de luces y anuncios luminosos te envuelven sin querer. Gente, mucha gente con diferentes funciones: turistas, venta de comida americana: perritos y hamburguesas, fotógrafos -muchísimos- para hacerte una instantánea; bicicletas con coche adjunto a toda música; payasos haciendo el payaso, gorditas americanas en minifalda sin ningún complejo, influencers buscando la mejor foto, artistas mal pagados retratando a una chica joven y bella en situaciones incomprensibles, familias riéndose porque aparecían en los anuncios de comidas de algún centro de hamburguesas; coches que pitan para que los dejen pasar porque los peatones no respetan los semáforos, mujer ofreciéndote comida, churros que son porras, fotógrafos llegados de diferentes países buscando la imagen perfecta, jóvenes aburridos que no tienen nada que esperar, sentados, y pasando el tiempo, gente que se choca con dialectos distintos , todos participando -por activa o por pasiva- en una tarde, noche o amanecer que para cada uno es único, cuando todavía el sol no ha salido y falta poco para que salgo y el espacio dejado por unos va a ser ocupado inmediatamente por otros, porque en Time Square la vida es constante y permanente, sólo cambia el sol que nadie percibe, porque la auténtica luz en el neón.
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