UN VASO CAÍDO
Me pasa que voy corriendo
y tropiezo –un vaso caído-
Pero al subir el Olimpo
–sigo corriendo-no me fijo.
Me pasa que, aunque
luego tropiezo, sigo
corriendo, y al caminar
rápido no me fijo.
Miro –parece que he visto-
pero no veo, aunque no es
lo mismo: ver y mirar.
Me pasa que no me entero.
Y mirando de nuevo tropiezo
conmigo mismo, porque
al seguir corriendo, no me
quedo con lo visto.
Me pasa que, mirando,
me olvido, porque mirar
de prisa es no ser visto
Y todo por ir corriendo.
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