En esa tarde lluviosa y cálida,sin saberlo Isidro López Murias. Sin saberlo, paseando por Pamplona, nos metimos en esta luminosa
exposición. Y cuando parecía que no había nadie dueño de la misma, nos
encontramos con su autor. Un hombre pequeño, pero vibrante. De mirada inspectora
y muy agradable. Orgulloso de que alguien se interesase por su obra, como si la
fuéramos a comprar, mercaderes llegados desde Arabia. No sabíamos cómo decirle
que estábamos de paso, recién llegados a Pamplona. Él nos explicaba y nos
explicaba. “Soy de salamanca”, dije: “Aquí la tengo dibujada” me llevó al cuadro. Era cierto. Yo creo
que tenía dibujado casi todo. Retratos, paisajes, caricaturas,
figuras,..etc.Toda una evolución en su mundo personal y artístico: de ahí la
enorme influencia que se puede observar en esos pintores que, al comienzo de su
obra, imitan a los grandes maestros. Grandes rasgos, grandes pinceladas.Un poco de todo, dice: realismo, cubismo, expresionismo, caricaturas, surrealismo,....Gracias Murias
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