domingo, 11 de marzo de 2018

Pessoa y las vanguadias (cont.)

De nuevo Pessoa:  ULTIMÁTUM

¡Orden de desahucio a los mandarines de Europa! ¡Fuera!
¡Fuera tú, Anatole France, Epicuro de farmacopea homeopática, tenia–Jaurés del Ancien Régime, ensalada de Renan-Flaubert en loza del siglo diecisiete, falsificada!
¡Fuera tú, Maurice Barrés, feminista de la Acción, Chateaubriand de paredes desnudas, alcahuete teatral de la patria de pasquín, moho de Lorena, ropavejero de los muertos ajenos, que viste de su comercio!
¡Fuera tú, Bourget de las almas, farolero de las partículas ajenas, psicólogo de tapa de blasón, grosero snob plebeyo, subrayando con regla mellada los mandamientos de la iglesia!
¡Fuera tú, mercadería Kipling, hombre-práctico del verso, imperialista de las chatarras, épico para Majuba y Colenso, Empire-Day del argot de los uniformes, tramp-streamer de la baja inmortalidad!
¡Fuera! ¡Fuera!
¡Fuera tú, George Bernard Shaw, vegetariano de la paradoja, charlatán de la sinceridad, tumor frío del ibsenismo, buscavidas de la intelectualidad inesperada, Kilkenny-Cat de ti mismo, Irish Melody calvinista con letra de El Origen de las Especies!
¡Fuera tú, H.G. Wells, imaginativo de yeso, sacacorchos de cartón para la botella de la Complejidad!
¡Fuera tú, G. K. Chesterton, cristianismo para uso de prestidigitadores, barril de cerveza al pie del altar, adiposidad de la dialéctica cockney con el horror al jabón influyendo en la limpieza de los raciocinios!
¡Fuera tú, Yeats de la céltica bruma alrededor de un poste sin indicaciones, saco de podredumbre arrojado a la playa desde el naufragio del simbolismo inglés!
¡Fuera! ¡Fuera!
¡Fuera tú, Rapagnetta-D’Annunzio, banalidad en caracteres griegos, «Don Juan en Patmos» (solo de trombón)!
¡Y tú, Maeterlinck, chimenea del Misterio apagado!
¡Y tú, Loti, sopa salada, fría!
¡Y finalmente tú, Rostand–tand–tand–tand–tand–tand–tand–tand!
¡Fuera! ¡Fuera! ¡Fuera!
¡Y se hubiera otros que falten, búsquenlos por ahí, en un rincón!
¡Sáquenme todo eso de enfrente!
¡Fuera con todo eso! ¡Fuera!
¡Ah! ¡¿Que haces tú en la celebridad, Guillermo Segundo de Alemania, zurdo manco del brazo izquierdo, Bismarck incompleto ahogando el fuego?!
¡¿Quién eres tú, tú el de la melena socialista, David Lloyd George, payaso de gorro frigio hecho de Union Jacks?!
¿Y tú, Venizelos, rebanada de Péricles con manteca, caída en el suelo de manteca?
¡Y tú, cualquier otro, todos los otros, sopa de pan Briand-Dato. Boselli de la incompetencia ante los hechos, todos los estadistas pan-de-guerra que datan de mucho antes de la guerra! ¡Todos! ¡Todos! ¡Todos! ¡Basura, deshecho, chusma provinciana, malandraje intelectual!
¡Y todos los jefes de estado, incompetentes al desnudo, cubos de basura volcados a la puerta de la Insuficiencia de la Época!
¡Sáquenme todo eso de enfrente!
¡Dispongan haces de paja y pónganlos a fingir que son otra gente!
¡Fuera todo! ¡Fuera todo!
¡Ultimátum a todos ellos, y a todos los otros que sean como todos ellos!
Si no quieren salir, que se queden y que se laven.
¡Falencia general de todo a causa de todos!
¡Falencia general de todos a causa de todo!
¡Falencia de los pueblos y de los destinos: falencia total!
¡Desfile de las naciones bajo mi Desprecio!
¡Tú, ambición italiana, perro faldero llamado César!
¡Tú, «esfuerzo francés», gallo desplumado con la piel pintada de plumas! (¡No le den mucha cuerda, sino se parte!)
¡Tú, organización británica, con Kitchener en el fondo del mar justamente desde el principio de la guerra!
It's a long, long way to Tipperary and a jolly sight longer way to Berlin!)
¡Tú, cultura alemana, Esparta podrida con aceite de cristismo y vinagre de nietzschenización, colmena de lata, desbordamiento imperialoide amarrado de servilismo!
¡Tú, Austria súbdita, mixtura de sub-razas, batiente de puerta tipo K!
¡Tú, Von Bélgica, heroica a la fuerza, límpiate la mano en la pared que fuiste!
¡Tú, esclavitud rusa, Europa de malayos, liberados del muelle que oprimía porque el muelle se rompió!
¡Tú, «imperialismo» español, salero en política, con toreros de sambenito en las almas a la vuelta de la esquina y cualidades guerreras enterradas en Marruecos!
¡Tú, Estados Unidos de América, síntesis-bastarda de la baja-Europa, ajo de la sopa transatlántica, pronunciación nasal del modernismo inestético!
¡Y tú, Portugal-centavos, restos de Monarquía pudriéndose en República, extrema-unción-burla de la Desgracia, colaboración artificial en la guerra con vergüenzas naturales en África!
¡Y tú, Brasil, «república hermana», broma de Pedro Álvares Cabral, que ni te quería descubrir!
¡Pónganme un trapo encima de todo eso!
¡Ciérrenme eso con llave y arrojen la llave!
¿Dónde están los antiguos, las fuerzas, los hombres, los guías, los guardianes?
¡Van a los cementerios, que hoy son sólo nombres en las lápidas!
¡Ahora la filosofía es que haya muerto Fouillée!
¡Ahora el arte es que haya quedado Rodin!
¡Ahora la literatura es que Barrès signifique!
¡Ahora la crítica es que haya bestias que no llaman bestia a Bourget!
¡Ahora la política es la degeneración grasienta de la organización de la incompetencia!
¡Ahora la religión es el catolicismo militante de los taberneros de la fe, el entusiasmo cocina-francesa de los Maurras de la razón-descascarada, es el exhibicionismo de los pragmatistas cristianos, de los intuicionistas católicos, de los ritualistas nirvánicos, todos ellos agentes publicitarios de Dios!
¡Ahora es la guerra, juego del “yo no fui” del lado de acá y juego del rin-raje del lado de allá!
¡Me sofoca tener sólo esto a mi alrededor!
¡Déjenme respirar!
¡Abran todas las ventanas!
¡Abran más ventanas que todas las ventanas que hay en el mundo!
¡Ninguna idea grande, o noción completa o ambición imperial de emperador-nato! ¡Ninguna idea de estructura, ningún sentido del Edificio, ningún afán de lo Orgánico-Creado!
¡Ni un pequeño Pitt, ni un Goethe de cartón, ni un Napoleón de Nüremberg!
¡Ni una corriente literaria que sea siquiera la sombra del romanticismo al mediodía!
¡Ni un impulso militar que tenga siquiera el vago aroma de un Austerlitz!
¡Ni una corriente política que suene a un grano de idea al agitar el sonajero, oh Cayos Gracos del tamborilear en los cristales!
¡Época vil de los secundarios, de los aproximados, de los lacayos con aspiraciones de lacayos a ser reyes-lacayos!
¡Lacayos que no sabéis tener la Aspiración, burgueses del Deseo, extraviados del mostrador instintivo! ¡Sí, todos vosotros que representan a Europa, todos vosotros que sois políticos notables en todo el mundo, que sois literatos meneurs de corrientes europeas, que sois alguna cosa de cualquier cosa en este maelström de té tibio!
¡Hombres-altos de Liliput-Europa, pasad por debajo de mi Desprecio!
¡Pasad vosotros, ambiciosos del lujo cotidiano, anhelos de costureras de los dos sexos, vosotros cuyo tipo es el plebeyo D’ Annunzio, aristócrata de taparrabos de oro!
¡Pasad vosotros, que sois autores de corrientes sociales, de corrientes literarias, de corrientes artísticas, reverso de la medalla de la impotencia de crear!
¡Pasad, flojos que tenéis la necesidad de ser los istas de cualquier ismo!
¡Pasad, radicales de lo Poco, incultos de Los Adelantos, que tenéis la ignorancia por soporte de la audacia, que tenéis la impotencia por puntal de las neo-teorías!
¡Pasad, gigantes de hormiguero, ebrios de vuestra personalidad de hijos de burgués, con la manía de la gran-vida robada en la despensa paterna y la herencia no desentrañada de los nervios!
¡Pasad, mixtos; pasad, débiles que sólo cantáis la debilidad; pasad, ultradébiles que cantáis sólo la fuerza, burgueses pasmados ante el atleta de feria que queréis crear en vuestra indecisión febril!
¡Pasad, estiércol epileptoide sin grandezas, histeria-basura de los espectáculos, senilidad social del concepto individual de juventud!
¡Pasad, moho de lo Nuevo, mercadería ya en mal estado desde el cerebro que le dio origen!
¡Pasad a la izquierda de mi Desdén virado a la derecha, creadores de «sistemas filosóficos», Boutroux, Bergsons, Euckens, hospitales para religiosos incurables, pragmatistas del periodismo metafísico, lazzaroni de la construcción meditada!
¡Pasad y no volváis, burgueses de la Europa-Total, parias de la ambición de parecer grandes, provincianos de París!
¡Pasad, decigramos de Ambición, grandes sólo en una época que cuenta la grandeza por centimiligramos!
¡Pasad, provisorios, cotidianos, artistas y políticos estilo lightninglunch, encumbrados siervos de la Hora, pajes de la Ocasión!
¡Pasad, «finas sensibilidades» por falta de espina dorsal; pasad, constructores de café y conferencia, montón de ladrillos con pretensiones de casa!
¡Pasad, cerebrales de arrabal, intensos de acá la esquina!
¡Inútil lujo, pasad, vana grandeza al alcance de todos, megalomanía triunfante del aldeano de la Europa-aldea! ¡Vosotros que confunden lo humano con lo popular, y lo aristocrático con lo hidalgo! ¡Vosotros que confundís todo, que, cuando no pensáis nada, decís siempre otra cosa! ¡Cencerros, incompletos, minucias, pasad!
¡Pasad, pretendientes a reyes parciales, lores de aserrín, señores feudales del Castillo de Cartón!
¡Pasad, romanticismo póstumo de los liberalotes de todas partes, clasicismo en alcohol de los fetos de Racine, dinamismo de los Whitmans de zaguán, de los mendigos de la inspiración forzada, cabezas huecas que hacen barullo porque van a golpear con ellas en las paredes!
¡Pasad, cultores del hipnotismo en casa, dominadores de la vecina de al lado, cuarteleros de la Disciplina que no cuesta ni crea!
¡Pasad, tradicionalistas auto-convencidos, anarquistas de veras sinceros, socialistas que invocan su cualidad de trabajadores porque quieren dejar de trabajar! ¡Rutinarios de la revolución, pasad!
¡Pasad eugenistas, organizadores de una vida de lata, prusianos de la biología aplicada, neomendelianos de la incomprensión sociológica!
¡Pasad, vegetarianos, teetotalers, calvinistas de los otros, kill-joys del imperialismo de las sobras!
¡Pasad, amanuenses del «vivre sa vie» de cafetín extremadamente de esquina, ibsenóides Bernstein-Battaille del hombre fuerte del escenario!
¡Tango de negros, si fueses al menos minuet!
¡Pasad, absolutamente, pasad!
¡Ven finalmente a mi Asco, rózate finalmente contra las suelas de mi Desdén, grand finale de los parvos, conflagración-escarnio, fuego en pequeño monte de estiércol, síntesis dinámica del estatismo ingenuo de la Época!
¡Rózate y arrástrate, impotencia estridente!
¡Rózate, cañones declamando la incapacidad de tener más ambición que balas, más inteligencia que bombas!
  ETC  .

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