Los restos del castell Sant Joan, en Lloret de Mar es digno de patear, porque se sitúa en un acantilado desdeel cual se puede ver toda la costa y el mismo pueblo. La luminosidad del mar, entre verde claroy cristalino blanco, así como la tramontana en un día desol luminoso es un verdadero espectáculo espiritual.No es que no tenga historia el castillo desde el s.XI que se conoce su existencia, pero como ha sido destruido varias veces, y siempre se ha reconstruido,hoy no que su capilla y del mismo castillo, lo más destacado en la torre, y desde ella sepueden ver las ruinas de un pasado glorioso.
El Cementerio de Lloret, de menor categoria que el de Arennys donde está enterrado Salvador Espriu, es también modernista y por tanto con panteones dignos de grandes escultores y a veces arquitectos o ingenieros que realizaron su diseño. En este caso, son panteones pagados por los ricos indianos-Lloret tuvo mucho tráfico marino con América- siguiendo las tendencias artísticas del momento,siempre la figura femenina con un cierto aire de nostalgia, pureza o tristeza.El mundo de los muertos siempre ha tenido las mismas prebendas que el mundo de los vivos, a la vista está.
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