domingo, 29 de enero de 2017

dioses...

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El relato del final, de la última palabra
del final, cuando se cuenta, es un relato que no termina nunca.
Lo contamos y volvemos a contarlo...; una palabra, luego otra,
hasta que parece que no hay última palabra posible,
que ninguna sería soportable. Así, cuando el héroe
del relato se dice, como si hablara con alguien lejano:
"Perdónalos, porque no saben lo que hacen",
podemos creer que intercede por nosotros, que somos
la vida secreta del relato y, mientras
su intervención no sea atendida, nos salvaremos. Así
sigue el relato. Así seguimos. Y el final, una vez más,
se convierte en los siguiente y en lo siguiente tras esto.
Mark Strand: "Hombre y camello"


En el incensario, dios de la lluvia,
que da vida al campo, a las plantas y a sus seres,
dios de las nubes,
de los rios que trascurren entre piedras
y se deslizan por las altas montañas,
dios de Montezuma y de los aztecas:
yo te bendigo


Aguien dio un grito
y todo el mundo se asustó.
Miró con sus ojos desorbitados
y todo el mundo huyó.
Se encogió, pasaba un tren,
había humo, tanques, y mucho ruido,
destrucción
Sabemos muchas cosas - o pocas- por la historia
Es importante saber que aquí no va a quedar nadie,
y sin embargo, todavía existen poderes fácticos, “lobbys” privados,
multinacionales y monopolios con cabezas de reyes, selectos clubs,
un cierto proteccionismo que impide sin razón mirar adentro.

Sabemos muchas cosas -o pocas- por la historia
Es importante saber que el gobierno siempre se ha atribuido
a hombres despiadados, mentirosos y con grandes dolencias:
A una edad determinada aparecen los fallos humanos: próstata,
lumbago, azúcar, cervicales, vacío de la memoria,..menos en estos hombres!
y sin embargo siguen siendo jefes, manejando la posverdad.
¿Quien puede gobernar así? ¿Quién gobernará este mundo roto?
Alguien dio un berrido
y todo el mundo huyó.

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