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El relato del final, de la última palabra
del final, cuando se cuenta, es un relato que no termina nunca.
Lo contamos y volvemos a contarlo...; una palabra, luego otra,
hasta que parece que no hay última palabra posible,
que ninguna sería soportable. Así, cuando el héroe
del relato se dice, como si hablara con alguien lejano:
"Perdónalos, porque no saben lo que hacen",
podemos creer que intercede por nosotros, que somos
la vida secreta del relato y, mientras
su intervención no sea atendida, nos salvaremos. Así
sigue el relato. Así seguimos. Y el final, una vez más,
se convierte en los siguiente y en lo siguiente tras esto.
Mark Strand: "Hombre y camello"
que da vida al campo, a las plantas y a sus seres,
dios de las nubes,
de los rios que trascurren entre piedras
y se deslizan por las altas montañas,
dios de Montezuma y de los aztecas:
yo te bendigo
Aguien dio un grito
y todo el mundo se asustó.
Miró con sus ojos desorbitados
y todo el mundo huyó.
Se encogió, pasaba un tren,
había humo, tanques, y mucho ruido,
destrucción
Sabemos muchas cosas - o pocas- por la historia
Es importante saber que aquí no va a
quedar nadie,
y sin embargo, todavía existen poderes
fácticos, “lobbys” privados,
multinacionales y monopolios con
cabezas de reyes, selectos clubs,
un cierto proteccionismo que impide sin
razón mirar adentro.
Sabemos muchas cosas -o pocas- por la historia
Es importante saber que el gobierno
siempre se ha atribuido
a hombres despiadados, mentirosos y con
grandes dolencias:
A una edad determinada aparecen los
fallos humanos: próstata,
lumbago, azúcar, cervicales, vacío de
la memoria,..menos en estos hombres!
y sin embargo siguen siendo jefes,
manejando la posverdad.
¿Quien puede gobernar así? ¿Quién
gobernará este mundo roto?
Alguien dio un berrido
y todo el mundo huyó.
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