Después de toda una vida (de estudio) en Madrid, nunca había visitado el Museo de América. Imagino que, como yo, la inmensa mayoría de estudiantes y profesores.¡Ni que decir del hombre de la calle!
Pero merece la pena. Es cierto que, aunque se lo “ve”, en su presentación, “algo viejo”, no tiene ningún desmerecimiento respecto a otros museos, considerando que su contenido es sumamente pedagógico.
Siento no haberlo visitado antes
de las lecturas que realicé este verano sobre el tema de
América, según los libros “La conquista de América”, o de la
Nueva España por Hernán Cortés.Parece mentira que hechos tan
importantes se hayan relegado en un simple cuadro esquemático en los
manuales de historia, cuando es el acontecimiento más destacado de
la historia de España,- -es como la subida, en esta época, a la
luna-¡Qué pena de historia!
Este Museo copia la
estructura de los libros de estudios -manuales- de otra época, de mi
época, pero fácil de seguir y entender, muy bien expuesto
pedagógicamente, aunque sin los medios tecnológicos actuales.
Tampoco importa. Tiene la planta de entrada donde hay una exposición
temporal y dos plantas más. Nada más comenzar nos muestra una
amplia bibliografía sobre el tema de América, y luego en
diferentes vitrinas conjuntos de objetos de los indios y de esa
época, para adentrarse poco a poco en hechos más relevantes sobre
los distintos países, costumbres, vestimentas, creencias, casas o
chozas, etc.
El museo nos recomienda
aspectos tan ilustrativos como: las tablas de la conquista de México,
algunos cuadros sobre mestizaje, el tesoro Quimbaya, representaciones
de sus dioses, diferentes objetos, etc.
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