No te lo puedes perder, alguna vez tendrás que visitarlo, tendrás que ir a esa montaña ("alb"), a esa cumbre, a ese pico de Razin o ragin ( viña, uva) donde la arquitectura roja se confunde con la tierra caliza y el horizonte, que es el cielo. Yeso y caliza roja conforman edificios irregulares, inclinados, en una arquitectura dudosa y popular, una arquitectura movediza, separada en sus muros con travesaños de madera.Las calles estrechas, como de otros tiempos, sombreadas por los tejados y las paredes rojizas de los edificios. Sigilo y color. Nadie aparece tras esos muros inclinados, como si se fueran caer, hasta que de pronto se abren y se muestra una plazoleta entre cuadrada y rectangular.Por las esquinas, el pueblo está resguardado: nadie puede entrar. ¿Para qué los demás? INDEPENDENCIA, así fue tanto tiempo independiente, Albarracín, sin ni siquiera pertenecer al reino de Aragón.
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