martes, 25 de julio de 2017

Máscaras, más caras...

El espiritu de las máscaras llega hasta el día de hoy. La máscara surge en la antigüedad clásica asociada al teatro .La máscara es una cara, un personaje que no es un personaje; lo mismo que pasa hoy en la sociedad: un personaje, público o privado, que no desempeña el papel que le atribuimos  que es aquel con el que le asociamos o conocemos, pública o privadamente.
La máscara es la doble cara o doble comportamiento que tiene el actor para desacralizar su personaje real. Hoy ya no hace falta. Ni para el personaje público ni para el privado. Hoy los seres humanos son simplemente máscaras. Si la máscara es una mentira, hoy el individuo o personaje sin máscara es una mentira. Ejemplo, se me ocurren los personajes de la corrupción: decían una cosa pero hacían otra: ejemplo, un ministro de Economía, un empresario, un sindical, un banquero,..., mejor no sigo.
Pero así es toda la sociedad, una sociedad de máscaras, un engaño permanente de nosotros a nosotros mismos: imaginemos un anciano: le decimos “te vamos a llevar a una residencia que vas a estar como un príncipe” y luego, cuando traspasamos el umbral de la entrada y te señalan la habitación en la que no cabe la silla de ruedas, el pasillo que te obliga a esconderte en la curva para dejar pasar al anciano que viene de frente,sin patio o apenas....se te cae la moral a los pies y le dices: “abuela comete un asesinato, porque vas a estar mejor en la cárcel de Soto del Real”. Ahora entiendo por qué todos los políticos quieren ir a las cárceles. Es un ejemplo,pero elige otros:¿Te has fijado el dinero que tienen en sus cuentas corrientes o propiedades los diputados – lo publican ya en internet- que llevan más de treinta años ocupando “escaños parlamentarios”? No llegan a 10.000 euros y dices:”¡anda que como tenga que ir a una residencia!”  Incluso alguno te dice yo vivo de alquiler.¡Claro se llevan el dinero a las Bahamas!!
Y de hablar, opinar..ni te cuento. Todo es una máscara, una mentira. Y lo curioso es que se da hasta en los mismos escritores o intelectuales, que debieran representar la conciencia crítica de la sociedad. Llega uno y te dice,- como si fueras un ignorante que no conocieras nada de historia ni de derecho constitucional-,”una nación no es un Estado, porque España son muchas naciones” y le parece que, como te considera un ignorante, te va a instruir; y tú dices: “díselo a los independentistas , so tonto” Lo que es a mí Estados, Estados, me suenan pocos,pero naciones, naciones muchas: me suena la nación portuguesa, la nación francesa, la nación alemana,.. ¡Y que esto te lo diga quien se considera un intelectual! ¡Máscaras, máscaras y más máscaras, más caras que adoptan las personas!! Todas, con tal de no adoptar la propia, la verdadera, sin disfraz.  
¿Tendrá esto solución?

No hay comentarios:

Publicar un comentario