Desde el fondo del fundido
sin luz clara, mezcla el sueño
la consciencia y el olvido.
La tarde soleada en espera,
viejo recuerdo del paso,
no otra cosa sino el verano
o pluma vieja, flor tardía,
alguien que apura el ser,
espacio de lo reciente y bello,
el disfrutar con otros
con los demás que luego llegan.
En espera, agonizando el día,
pienso y me entretengo:
tiempo, otro tiempo, no el tuyo
aquel ido sin comprender, lejos,
Una vez fuimos, solo una,
excelsos, centro de sí mismos,
poco tiempo, desde el fondo
fundido, vacíos, corriendo
por el espacio que se ha ido.
Y detrás, no muy lejos
del reflejo que marca el camino
una luz, no sé su color,
un surco, no sé su longitud,
una huella, siguiendo lo mismo.
la flor tardía, el pájaro frío...
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