Una familia de UN
PUEBLO ficticio “Mágina”: abuelos,
padres, el protagonista, su hermana, y sus tíos. La tía Lola representa la
frescura “flor lujosa en nuestra casa sombría de trabajo y austeridad” .
También la historia de la familia y su relación con otos personajes del pueblo.
La mirada de todo ello por el protagonista e incluso la melancolía y los
recuerdos de un tiempo pasado.
“El viento de la luna” es
el recuerdo y la nostalgia de un tiempo que fue, es el ajuste con la historia
personal de cada uno, basándole en la historia colectiva. Hay dos mundos –que
en el fondo también acaban- el desarrollado, el tecnológico (el Apolo pisando
la luna) y el subdesarrollado, el campestre (la evolución del ser humano de
Magina). Y en todo está la visión del protagonista. Un libro excelente.
El merito está en
identificar que esos mismos elementos “avanzados” tecnológicamente tienen su
identidad en aquellos “no avanzados”, que de alguna manera reflejan las
sensaciones en el ser humano.
¿Sobre la subida a la
luna? Lo leímos, lo vimos y participamos de los hechos. El mérito es destacar
aquellas ideas científicas pero también insistir “en el conjunto de creencias
populares que existían”.
¿Sobre el trabajo rural,
sobre Mágina?. Hay que haberlo vivido: casas
sin agua, sin ducha, con frío, sin calefacción, la llegada de la tele,
el colegio, trabajo duro en el campo, etc. Excelente Muñoz Molina. A veces hay
una falsa modestia del escritor, pero refleja una realidad sumamente
interesante.
Estilo: muy bien escrito.
Tiene momentos de gran sensibilidad y lirismo . Uno de los capítulos más
impactantes es cuando describe “el frío del invierno es una invasión
misteriosa..” ¡genial! Y luego los recuerdos, la nostalgia de lo que queda en
el último capítulo.
PENSAMIENTOS:
-No hay ningún adulto cuya
figura no proyecte hacia atrás la sombra perpetua de lo que hizo o de lo que
sucedió en otro tiempo. El pasado de los mayores es un mundo al que yo puedo
asomarme por rendijas estrechas..
-La mayor parte de las
cosas que me gustan son inaccesibles: las miro tras un cristal o desde una
lejanía
a la que ya me he
acostumbrado porque es una de las dimensiones naturales de mi vida.
-De la vergüenza hacia los
otros puedo escaparme, pero no de la que siento hacia mí mismo. La vergüenza
levanta un muro invisible, le hace a uno verse desde fuera, testigo incómodo de
su doblez, cómplice indigno de su disimulo.
-(En el pueblo) Lo que más le piden al
porvenir es que se parezca a lo mejor del pasado.
-En el mundo donde yo nací (…)
todo o casi todo es áspero…
-Para ser quien imagino
que soy o aquel en quien quisiera convertirme tengo que huir y tengo que
esconderme.
-(Los del pueblo) Hablan
de lo sucedido hace treinta años como si hubiera pasado ayer mismo y como si
algo pudiera aún ser corregido: reviven pormenores de entonces tan febrilmente
como los de esta tarde-…
-Tú eres menos que una mota de polvo, que una
chispa de fuego, que un átomo, que un
electrón (…) .
Y sin embargo tienes una
conciencia , una memoria, un cerebro…
-(A su padre)Ya no soy el que él conocía. A quien está esperando ver
cuando se fija en mí es al niño que ya no existe y no al borrador torpe de
adulto, que se irá alejando más de él cuando mayor se haga.
-¿De dónde vengo, que he
tardado tanto en llegar?
-Pero en los sueños de
cada amanecer vuelven los que se fueron uno por uno a lo largo de los años (…)
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