Idem, siglo XIV
Idem, finales S.XVObservamos tres Cristos, tres artistas, tres formas de ver el sufrimiento y el dolor en un personaje esencial en el Cristianismo. Fijémonos en esa forma de representar-copiar la figura: el primero y el tercero de una forma más natural y equilibrada; en cambio el de en medio, con mayor laxitud, un cuerpo derrumbándose, apenas sujeto por los brazos y las piernas encogidas; los otros dos mucho más naturales. La cabeza inclinada hacia el lado derecho, y las dos piernas sujetas con el mismo clavo.
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