Imagino que, a veces, uno trasmite opiniones excelsas, sin espacio para el razonamiento, ni posibilidad de demostración, en expresiones tales: “literatura de alto voltaje” (Chirbes), “verdadera revelación” (Guelbenzu), o “novela incomparable” (García Ortega), a lo mejor con el objetivo de que esta editorial me siga publicando, o por cualquier otro motivo.
Mi caso fue: el periódico El País señaló:”la mejor novela del año pasado fue “Un amor” de Sara Mesa. Ok, la compré y la leí. En su portada, me informé de quién era esta escritora y de su obra. Me llamó la atención la opinión del gran escritor valenciano, Chirbes, sobre otra obra de Sara Mesa: “Cicatriz” “por la precisión de orfebre” que adopta en su estructura, que es lo mejor que tiene la obra, un contenido perfectamente diseñado.
No me interesa mucho el tema: Internet, un foro literario, hombre y mujer que sin verse se empiezan a relacionar.
Él es un personaje “especial”, crítico, exhaustivo, neurótico, perfeccionista.. y ella es casi lo contrario: olvidadiza, perezosa, desordenada…pero intrigada por un individuo que no trabaja y que le hace miles de regalos, robando en tiendas y grandes almacenes. Es su forma de vivir. Ella sabe que no es su tipo, pero cae en la intriga: cada día recibe un paquete con libros o con otro tipo de regalos. ¿Quién es este individuo que no exige nada y regala mucho? ¿No podría ella hacer lo mismo que él? ¿No podrían conocerse? ¿Hasta dónde puede llevar un juego de este tipo?
El gran acierto de la novela es profundizar en este tipo de relaciones nada normales. ¿Qué es lo normal o anormal? ¿La forma que tenemos todos de ganarnos la vida y de enamorarnos o de amar? ¿O hay otras formas y maneras? Él sólo se conforma en conseguir cosas para ella, que las use, que pueda observarla con las media o los sujetadores que le regala(voyeur ) , pero nada de hacer el amor
“Yo voy en línea recta: rectitud y dureza, tal como determina la simbología masculina. ¿Y cuál es la simbología femenina?, pregunta Sonia. El círculo, obviamente, donde vosotras estáis atrapadas. Uno de los valores que tiene la obra es un conocimiento profundo de las psicologías masculina y femenina. La escritora hace un retarto bastante ajustado, sólo que como ahora, en un mundo contemporáneo, se critica tanto los papeles que han adoptado los hombres, podía haber puesto el ejemplo al revés: un hombre intrigado por los regalos que le hace una mujer. ¡Qué pena, que sigamos en lo tradicional!
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