Si subes a la Peña de Francia, no puedes dejar de visitar el pueblo, bien conservado, algunos dicen medieval que es La Alberca. Casas construidas con madera y calles empedradas: destaca el blanco y negro pintado de la madera. En el centro del pueblo, como en todos los pueblos, acababa de producirse un incendio, tan fácil por la madera, en dos o tres casas en el interior del pueblo, y ¿sabes por qué? Por utilizar políticas inadecuadas, que no den subvenciones para reconstruir las casas viejas, otorgando subvenciones solo a los empadronados del pueblo y no a todos los que tienen allí su casa y que han tenido que abandonar sus pueblos. Si estas subvenciones se extendieran a cualquier propietario, aunque no estuviera empadronado, las casas se podrían arreglar y no habría este tipo de calamidades. Espabilad alcaldes!!
Si pisas el pueblo no puedes dejar de comprar el buen embutido que conserva. Creo que es el mejor chorizo que he comido, por no hablar de otros embutidos del cerdo ibérico; no te olvides también de comer ese filete de vaca morucha, con un sabor a carne, como hace tiempo no comes, único, y olvídate de esas carnes blancas, sin sabor de las charolesas o de otras razas. Esta visita merece este tipo de comida.
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