Prerromano, medieval, renacentista y barroco, pueblo con encanto por sus calles estrechas y empedradas llenas de casas blasonadas y sus plazas bien diseñadas. Desde su altura se dibujan los meandros del río Ebro y el perfil rocoso de la sierra.
En su interior, la Casa del Marqués de San Nicolás en la plaza mayor, muy bella, perfilada por una serie de palacios entre los que cabe destacar la casa de los Arcos y la antes mencionada de estilo barroco.
Muy interesante la iglesia de Santa María de la Asunción: el conjunto es de época de los Reyes Católicos y Renacentista: la cabecera está levantada en 1521, luego se hace cargo de las obras Miguel de Ezquioga hasta 1536; y desde 1546 se vincula la obra al cantero Juan Martínez de Mutio para edificar los dos últimos tramos.
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