Sara Mesa: Un amor
La novela parece una obra de teatro con tres actos.
Dichos actos se desarrollan con escasos personajes, próximos a la casa que ha alquilado en el pueblo: el Casero, Andreas el alemán, Píter el hippie, la familia de El Chaletito, una pareja de ancianos: Joaquín y Roberta, la chica de la tienda. El perro Sieso.
En el primer acto Nat conoce a sus habitantes. Cabe destacar que el casero le entrega un perro salvaje Sieso, que la casa alquilada está llena de goteras, y que el campo es campo hay víboras y malas hierbas. El narrador externo al final de la primera parte nos dice:”Nat se repetirá esas palabras después(….)Él (Andreas) no dice a cambio de acostarme contigo. No dice, ni mucho menos, ninguna otra expresión más o menos ofensiva que signifique algo parecido. Lo que dice es que ella le deje entrar. No solo entrar en ella , sino que ella le deje entrar." Notará el lector que es una declaración muy poética de decir que quiere hacer el amor, al estilo de Antonio Gamoneda, puesta en boca del alemán, Andreas. Nat, aunque se lo piensa y dice no, más adelante accede para que Andreas le arregle las goteras.
En el segundo acto, se muestra a la protagonista atrapada en una historia de amor con Andreas, de la que todo el mundo, en el pueblo, se acaba enterando Ella lo recibe a través de indirectas. Pero Andreas es, para ella, un misterio: se entera que ha estado casado. Y su mente se pone a funcionar. El acto termina rompiendo Andreas esa relación.
Y el último capítulo, el más corto y dramático, porque parece una obra de teatro: Nat no lo puede olvidar y lo vigila; sale a pasear con el perro que lo deja abandonado y a una niña del Chaletito le desgarra la cara: lo que faltaba, todo el pueblo y la guardia buscan al perro para matarlo; a partir de este momento, la vida de Nat se transforma, el pueblo no la quiere, aunque el marido de la de El Chaletito siempre ha estado enamorado de ella y el Casero intenta abusar considerándola una puta. Lo típico de los pueblos.
Pero todo ello ha servido para que Nat se convierta en otra persona más invulnerable.
El cuadro que se presenta me recuerda a algunos aspectos campestres de La familia de Pascual Duarte. Pongamos algunas frases:”
-En el campo son brutos, tozudos y muchas veces crueles hasta el salvajismo. (pág.31)
-Sus lemas son: no tirar nada, sacar provecho de todo, respetar la tierra, consumir lo mínimo, ahondar lo máximo (pág.41)
O aquellos próximos a un debate sobre los animales:”
-….hasta una vulgar víbora tiene derechos de preferencia sobre el terreno. En cambio, ella, pase el tiempo que pase, nunca va a dejar de ser una intrusa (pág.59)” o incluso que hubiera que matar al perro, idea que fastidia a la protagonista.
Creo que estamos ante una gran novelista: no sobra ni falta una palabra. La obra también es una reflexión sobre el sentimiento y las relaciones: la protagonista acaba cayendo "enamorada" de un personaje que todo el pueblo odia. ¿Es raro en una mujer? Cuando Píter la trata de maravilla? ¿Qué hace sola una mujer en un pueblo? Pregunta que todos se hacen, como si todos tuvieran derechos sobre ella. MERECE LA PENA.
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