domingo, 9 de junio de 2019

Fray Angelico

Si nos fijamos en este cuadro rectangular parece dividido en tres partes bastante iguales: la virgen, el ángel y la pareja expulsada del paraíso.
Esta estructura homogenea se la relaciona con la perfección.También sus colores: los dorados y azules
El mundo divino es perfecto, ordenado.
Por otro lado, vemos la oposición entre el mundo de los expulsados -el Paraíso- o mundo campestre frente al mundo urbano -el pórtico donde se desarrolla el mensaje.Campo y urbe.
Y si nos fijamos más: el campo no es campo y la urbe no es urbe. Expliquémoslo: El campo aparece idealizado; tambien la urbe. Un campo precioso: nubes azules, flores llamativas y luminosas, la fruta prohibida del manzano,...'en tan pequeño espacio, tanto mensaje! Falta el riachuelo.!La urbe se nos muestra a través de un pórtico con columnas muy finas y estilizadas, que se comunican con lo campestre a través de la golondrina detenida en el centro de la columna que separa al Angel -humano por su cuerpo e idealizado por sus alas (alas de pájaro), campo y ciudad-en lo alto el Dios padre, y a la derecha, la Virgen, delgada,en actitud de recogimiento. Fíjate en el suelo, ¿dónde pisan el Ángel y la Virgen? No hay suelo, hay levedad, hay espiritualidad. En contraposición, ambos elementos: campo y urbe, representan el bien y el mal; el pecado y la espiritualidad.
En resumen, un mundo rural idealizado y un mundo urbano también idealizado para fijar la IDEA que se quiere transmitir: espiritualidad de un Mensaje por todos conocidos.  
Si quieres ver este cuadro RESTAURADO se expone en el Museo del Prado. Es único y excepcional, no te lo pierdas.
     

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