jueves, 12 de julio de 2018

Patria


Me resistí mucho tiempo a leer esta novela porque me parecía que no podía aportarme algo distinto a lo ya conocido: el problema de ETA. Pero a pesar de que la novela “Patria” se articula en un espacio, tiempo y acciones que conocemos, los que tenemos una edad, el resultado me ha parecido positivo. Tiene aspectos buenos y también tiene sus deficiencias.
Entre los aspectos positivos, Fernando ha sabido reunir los ingredientes descriptivos y sentimentales de una verdadera novela. Señalando algunos: En una de las familias: “un empresario “cabrón”?, una madre “constante”, un hijo médico “raro”:Xavier; y una hija “liberal”; en la otra familia: una madre con agallas y fanática: Miren; un padre cobarde y obediente;  una hija inválida; y dos hijos: uno, terrorista y el otro, homosexual.
Dos familias amigas, conocidas, corrientes, vascas que se alejan, sobre todo, por el tema vasco, porque el hijo Joxe Mari de la fanática Miren y su marido Joxian participa en el asesinato del paterfamilas de la otra familia: Txato.
Todo el empeño de Bittori es conocer si Joxe Marí lo mató y de que pida perdón. En cambio, la madre de Joxe Mari, Miren, una fanática ideológica, apoya las acciones de su hijo, también muy ideológico, y no es partidaria de pedir perdón si no hay liberación del pueblo vasco, pero al final.....
Con este cuadro juega muy bien Fernando Aramburu, que pudiéramos resumir en una idea: “la lucha justa de un pueblo en su legítima aspiración a decidir su destino”(pág.313); y cómo esta idea está encuadrada en un ambiente pequeño: un pueblo donde todos se conocen; una serie de actos que señalan al que no asiste, una juventud manejable, un cura o iglesia que apoya dichas ideas,…entre otros principios dan origen –desde luego aquí no se expone de dónde surgen o quienes son los culpables de crear este fantasma en el pueblo- a la verdadera trama, cuyo final Fernando maneja a la perfección: las ideas se someten a juicio (¿cuáles?: “se han forrado a base de explotar a la clase trabajadora” pág.333 –Esto se pone en boca de una, aunque ambas familias son clase trabajadora-; “mi hijo jugándose la vida por Euskal Herria y esta gentuza no para de explotar al pueblo”, pág.334; “les meten malas ideas y, como son jóvenes, caen en la trampa”, pág.339; además de otras que reflejan el verdadero orgullo de la tierra, de ser vascos y de hablar en euskera)    y el tiempo parece ir restableciendo todo a su sitio.
 Para mí lo mejor de la novela es la caracterización de los personajes, sobre todo las madres: Miren y Bittori, son personajes muy cuidados, con respuesta en los diálogos muy bien elegidas como prototipo del lenguaje popular.
Es una novela muy descriptiva que va dando saltos en el tiempo, pero que al final mantiene un orden digno de un estudio profundo de su estructura. Predomina la voz del narrador,  –son capítulos en forma de relatos cortos- en los primeros capítulos, muy confusa, mezclada con la voz de los personajes mediante el empleo del estilo indirecto libre:, bastante mal usado: “Era -3ª.pers- de lágrima fácil aquel hombre, y aunque las fotos no lloran, yo -1ª.pers.. ya me entiendo",pág.14; no pongo más ejemplos para no aburrir. También se usa el estilo directo yel indirecto, por supuesto.
En conclusión, el final -esa humanidad que parece ir poco a poco  apoderándose del relato frente a la barbarie pasada, para dejar un buen sabor de boca.¿Por qué se escribe esta  novela? Te aconsejo leer las páginas del libro  del capítulo "Si a la brasa le da el viento", pág.549.¿son las ideas del autor? 

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