Todo parece pequeño,enano, insignificante.
Hasta Amsterdam, que tiene puentes y agua,mucha agua.
¡Que bello es elevarse con el objetivo de huir de nosotros mismos: un alejamiento
despreocupado, un olvido de lo terreno:- de los políticos, de los engañosos impuestos que nos reducen, de lo útil que es uno siendo director ejecutivo, de lo engreído en lo terreno y lo miserable en el universo sin suelo,...- Podíamos seguir:¿ tanto espacio para quién? Y todo parece con su orden y destino.. !
Será la sensación de flotar, de ir, de avanzar más allá,..ese sueño que derrocha la humanidad, bueno cuando completa tu desconocimiento.Será esa sensación más consciente de nuestra insignificancia lo que nos hace ser mejores a nuestro regreso.Porque nacimos,con unos elementos, en este mundo que constantemente nos reclama.
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