El saxofón de Adolphe Sax. Estoy
triste. Embriágame con las músicas de las trompetas que emiten
sonidos que escuché en la otra vida, embriágame con el sonido de la
trompeta que circula por el viento de la era en las noches de agosto,
embriágame Adolfo Sax con el saxo que llora melodías antiguas
probadas en los cabarets de las afueras de las grandes urbes;
embríágame con sonidos de lloro, de sambas, fados, lambadas,
bossa-nova,...; embriágame con músicas africanas, trompeta , bombo
y maracas, música benga, bikutsi, rumba, sakara, música bereber,
música tuareg, árabe...¡Que suene la trompeta que habla, que
indaga,que llora, que enamora,,,! La que impone admiración y templa
los ánimos, la que llena las tardes y enamora las noches, la que nos
habla con tantas voces y nos envuelve con tantos recuerdos, aquella
que hace coincidir los corazones en las noches de calor y apacigua
los espíritus a los guerreros, con el saxo de Adolphe.
No hay comentarios:
Publicar un comentario