No es de nadie, o sea el espacio, donde estamos. ni el mirar, sino de los ojos. Lo que indican se traduce en el interior. Mírame la cara, el pelo, el cuerpo, mírame a los ojos,no es de nadie. Ni tus manos.Una forma de decir: he venido, estoy presente, estoy a tu lado,de nadie eres.ni siquiera de la mirada, ni del espacio.Toda ayuda es incierta, aunque no eres autónoma, sino la gota del mar que lo complementa .Es la voz "ocupas mi espacio" un sinsentido. Nos miramos. Breve recorrido. ahora vuelvo. voy a recuperar parte del recuerdo. Cuando vuelva, nos miraremos.Hay alguien que se interpone, por unos instantes no te veo, pero miro. "El otro día se fue yermo y hoy no vino". Es el cambio de luna.Las manos quieren diseñar el pelo, pero no pueden con el tiempo.Mi espíritu ha dicho "no sé que noto,.." Habla tú. No, no puedo.Dejaré la tarea para otro día, me sumo en el viento del recuerdo.Lo he dicho "no pretendo huir ni escapar de nada, a lo dicho pecho". Toda ayuda, de nuevo, es una sensación, un disimulo, una vanalidad. Sé que por detrás despedazas cualquier historia: todos tenemos un espacio inseguro. Cuando tú levitas, yo me entristezco; cuando tus manos brillan, yo vuelvo a creer.No soy tu templo. Aunque te deseo.
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