Voy y vuelvo corriendo. Como el día que, después de comer, rápidamente huye a esconderse. Los colores hay que ponerlos y observarlos con la luz del día. Al amanecer nada es igual. Tampoco la luz a la misma hora. Admiro a esos pintores que se empeñan en dibujar las mismas luces? a las mismas horas y en los mismos espacios.A esto se llama dibujar. Yo juego con los colores, no dibujo. Pero me anima esta tarea y me puedo pasar hasta media noche, sin ver casi, mezclando colores, tirando colores, esparciendo colores. Es una pasión como otra cualquiera. Para este negocio no se necesita salir en televisión, como un gran chef que no supiera hablar (uno dijo en televisión el otro día:"Si el mundo estaría mandado por mujeres,...") y no sé si cocinar, porque nunca he ido a probar la comida de un gran chef.  Lo siento, me interesa más el arte, más espiritual.