Uno no se lo puede creer. vivimos en un tiempo de máscaras: twitter, instagram, facebook,...la que se te ocurra o conozcas, que rigen nuestras vidas. Hasta que punto que para los telediarios son NOTICIAS, señores, lo que publica un cantamañanas. ¡Qué pena, a la que hemos llegado! Pero da igual. Los pobres no tienen tiempo de preparar otras noticias. Te las dicen por la mañana, te las repiten a mediodía y Piqueras comiendo la sopa de la noche te las vuelve a soltar. Tiene gracia. Un mundo de ocurrencias, instantáneo, como mis máscaras, sin preparación, a lo que surja. Nos ha tocado este momento de superficialidad . Lo malo es que el mentiroso se cree sus mentiras, y además está bien pagado!
Hay momentos en la vida que asustan. Este es uno de ellos: por la panademia que un gobierno es incapaz de solucionar. Aparece en este Blog la historia de la pandemia. Lo malo es que acerté: como si fuera un profeta. Lo último fue: nos echarán la culpa. Y así está siendo. ¿para qué les pagamos?¡Que se vayan a su casa: mentirosos, simples máscaras.
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