que no tapen, escondan, dupliquen, tergiversen, cambien, diluyan...la realidad, como los telediarios.
Máscaras que no olviden y reconozcan lo que somos o fuimos. Un espacio, el poco espacio que queda, para observarnos y ser nosotros mismos. Máscaras del teatro griego y romano, del teatro clásico, que formaron parte del hombre, de la historia del hombre. Es mi nuevo arte. EL HOMBRE. Troceado, dividido, falseado muy de la época que estamos viviendo. Es lo que caracteriza este momento: ser y no ser, aparentar, ser es aparentar, mentir, no recordar. Proyecto ilusionante: el hombre, en lo físico, dividido: primero la mente que es el engaño, la forma pensante, lo que somos; después vendrán otras partes: tan importantes los órganos articulados (manos, pies, piernas...) tantas formas de representarlo?
Leiro
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