Hay dos elementos imprescindibles en la pintura, y como no, también en la escultura: el dibujo, la línea y el color. Ese mundo de colores de Anna es vibrante, claro, reflectante; en algunos casos hasta infantil: masa de pintura sobre madera u óleo, pero llamativo.Todo dentro de una estética, siempre que no repela a los sentidos.Un poco de collage, tampoco está mal, si se sitúa en el campo donde se pide al espectador, por su carácter abstracto, su interpretación. Es el color en cuadrados o círculos, separados mediante líneas. La línea y el color. La línea que refleja la telaraña del dibujo, un espacio estructurado para encuadrar ideas, figuras, señales. Todo muy próximo al collage, al arte de la composición con diferentes materiales, para que en una mirada de lejos, resalte la armonía.
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