jueves, 30 de noviembre de 2017

Antonio Suárez

(1923-2013),"Sin título",1958
Una manera de mirar:dos partes, en un fondo luminoso, con ciertas veladuras por medio. No sabemos qué imaginar en esas manchas de color sobre un fondo luminoso, pero nos da pie para realizar diferentes interpretaciones plurívocas, no monotemáticas como sucede hoy en los medios de trasmisión de información. Existe un único tema, monotema. Como si no hubiera nada más de qué hablar, y la vida siempre fuera lo mismo, y todo girase en torno a él: la riqueza y la pobreza, el arte, la amistad y la enemistad, el ocio y el deporte, etc.
Las imágenes, las películas de cualquier época reflejan el monotema, el tormento básico del individuo corriente. La tristeza y la alegría, la felicidad y la desgracia,..giran adyacentes y secundarios en torno al monotema.
¿Es que no existen ideas, más ideas, que el volver constantemente al enamoramiento juvenil y a la pasión enfermiza del amor? No existen otras ideas como la igualdad, las relaciones, el pensamiento filosófico, la angustia, la muerte, de dónde venimos y a dónde vamos, la fe y la religión, la existencia de otros mundos, el olvido, la distancia, la evolución,...y no que todo se basa, en cualquier medio de comunicación, de
-Ese amor infantil, de estrellas, que se confunde con el sexo dejando un sabor agridulce
-Ese amor que no sabe qué es y que pretende engañar al otro amor que es el verdadero,
-Ese amor que sin serlo conforma el estado de soledad que lo envuelve,
-Ese amor que no lo fue sino mala experiencia por no decir NO,
-Ese amor que naufragó a la deriva del amor que siempre estuvo visible,
-Ese amor de cine que no existe en la vida real donde vive el amor,
-Ese amor de silencios que se engaña en un amor comunicado,
-Ese amor instantáneo que se rechaza por otro decidido y sin espera,
-Ese amor que, de lejos, añora el amor que estuvo tan cerca,
-Ese amor de tercera que ha gastado sus sueños en otros amores,
-Ese amor corriente que sigue el río por donde nadie viene,
-Ese amor escondido como si nadie lo supiera,
-Ese amor espina pinchado en el recuerdo del que nunca fue,
-Ese amor agostado de desencuentros inciertos y viejas historias repetidas,
-Ese amor testarudo que se empeña en recorrer los caminos de la amistad,
-Ese amor que tiene cara de viejo y se acaba retorciendo en las aceras,
…............................................etc.
Del sueño que es imposible seguir en lo mismo y no evolucionar, a veces la insinuación es el lirismo que la realidad traslada en una mañana soleada de invierno. El tema está en acertar con los colores. El color es el sueño.

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