jueves, 4 de mayo de 2017

Jubilación

Tengo 96 años. Me jubilo.
Me río...¡ja,ja,ja! Me jubilo por jubilarme, podría seguir: estoy sano: no me duelen las cervicales, no tengo demencia de memoria, ni padezco de próstata,...pero para qué? Si soy el presidente de más de doscientas fundaciones, sociedades, asociaciones,etc(lo que se te ocurra)
Me río...Ahora que los jóvenes se quejan de todo: de que no tienen trabajo, de que no tienen dinero, de que no tienen casa, de que no tienen posibilidades, de que están cansados...Y yo con 96 años trabajando. Me río de los que se jubilan, dicen, con la finalidad de repartir el trabajo. Me río, porque el trabajo está ahí...Hace falta querer buscarlo, como yo, siempre en el curro, siempre sirviendo, siempre acompañando, siempre estando al servicio, dispuesto, preparado …a lo que haga falta.
Me jubilo por jubilarme, porque en el fondo podría seguir hasta los 106, qué digo 206 años, ocupando un puesto que, a lo mejor, entonces no estará vigente, pero qué joven va a querer ocuparlo? Nadie! Estos puestos de servir son los más sacrificados: necesitan de mucha paciencia, y hoy la juventud ya no la tiene, quieren todo rápido, rápido..vivir rápido, gastar rápido, consumir rápido, pasar rápido. Pero yo soy de otra época: ni la jubilación existía, ni tampoco lo rápido, a mi me gusta lo eterno:” nacemos para trabajar”. Por eso renuncio a los 96 años; y el que venga detrás que se las apañe,..jóvenes, jóvenes..trabajo, trabajo, trabajo...Ni siquiera los Directores de bancos, me llegan! Prefiero no hablar de otras profesiones, donde ves a hombres con 60, agotados, enfermos, tienen de todo: se les escapa el pis, van curvos, respiran dificultosamente, ...excepto si es político, bueno casi como yo, porque lo mío es casi político y aquí está prohibido jubilarse hasta estar lleno, ya me entiende,....de sed de poder.
Qué quiere usted que le diga?.
Ha llegado el momento en que uno se ríe de todo y de todos. Hay que compensar los momentos serios que a lo largo de los años se han tenido que soportar. Por eso me río ya que estoy tan cerca...tan cerca de la laguna Estigia, que Caronte estoy seguro reconoce mi cara chupada, mi figura alta y curva, mi piel seca en unos enormes huesos. No estoy hablando de la muerte, sino del Hades, que nunca se jubila y del más allá.¿Me jubilo o no?

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