jueves, 14 de mayo de 2015

REFLEXIÓN

                                                                  La Pedrera

Si hay algo más,nunca la vida sacia: está llena de irregularidades, altibajos, imperfecciones, defectos innombrables,...fruto del tiempo y de la memoria.
Toda ella se vuelve irrisoria ,desanclada, nada uniforme, ni la ley es ley, ni la costumbre es costumbre,..un avanzar sin avanzar sino envejecer.






¿Mataró?

Nunca la vida sacia la sed del hombre, porque no existe UNA vida sino varias : la vida de la niñez, la vida de la juventud, la vida de la vejez, y dentro que cada una, a su vez, otras muchas vidas.
Antes, la vida estaba trazada: cada periodo tenía sus desarrollos que eran aceptados por todos. Ahora, los periodos se mezclan y confunden. Lo más patético es el cambio de papeles, las imitaciones. Por ejemplo, el anciano que ha dejado de ser viejo: viste, corre, acepta las situaciones como un joven inexperto, y queda tan tranquilo.


                                                                    Santa Susanna

El rasgo básico de este momento es la acción, el igualitarismo: igual a los otros, los mismos derechos, pero no los deberes. Igual trabajo, igual casa,igual amor, igual paseo,...excepto igual interés por la cultura (La sociedad de hoy dice: libros fuera, esfuerzo fuera, lucha fuera, obligaciones fuera.) En función de eso se queda con vivencias superficiales que se traducen en el goce del momento, la superficialidad, la protesta, la huida de lo difícil, la falta de capacidad para reconocer las equivocaciones, la falta de adaptación, ETC.






No hay comentarios:

Publicar un comentario