Si hay algo más,nunca la vida sacia:
está llena de irregularidades, altibajos, imperfecciones, defectos
innombrables,...fruto del tiempo y de la memoria.
Toda ella se vuelve irrisoria
,desanclada, nada uniforme, ni la ley es ley, ni la costumbre es
costumbre,..un avanzar sin avanzar sino envejecer.
¿Mataró?
Nunca la vida sacia la sed del hombre,
porque no existe UNA vida sino varias : la vida de la niñez, la vida
de la juventud, la vida de la vejez, y dentro que cada una, a su vez,
otras muchas vidas.
Antes, la vida estaba trazada: cada
periodo tenía sus desarrollos que eran aceptados por todos. Ahora,
los periodos se mezclan y confunden. Lo más patético es el cambio
de papeles, las imitaciones. Por ejemplo, el anciano que ha dejado de
ser viejo: viste, corre, acepta las situaciones como un joven
inexperto, y queda tan tranquilo.
Santa Susanna
El rasgo básico de este momento es la
acción, el igualitarismo: igual a los otros, los mismos derechos,
pero no los deberes. Igual trabajo, igual casa,igual amor, igual
paseo,...excepto igual interés por la cultura (La sociedad de hoy
dice: libros fuera, esfuerzo fuera, lucha fuera, obligaciones fuera.)
En función de eso se queda con vivencias superficiales que se
traducen en el goce del momento, la superficialidad, la protesta, la
huida de lo difícil, la falta de capacidad para reconocer las
equivocaciones, la falta de adaptación, ETC.
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