jueves, 3 de julio de 2014

Ejecutivos




En esta ciudad…
Madrid, esta ciudad de sueños, de contaminaciones, de cristales. Esta ciudad, que dicen grande, que se parece a un pueblo. Esta ciudad que no duerme, pero te duerme…
Entonces, llegó el sueño:
No sé donde me encontraba. Estaba delante de un espejo.  Se me ocurrió el siguiente título:”Un hombre frente al espejo”*. Me dije qué guapo soy, qué listo, qué poder tengo. Cobro 200 millones de euros anuales. No está mal. Y a pesar de todo me pregunto: “¿Soy un gran inversor? No, todavía no”* Necesito jugar más, para ganar más; necesito engañar más, para cobrar más; necesito mentir más, para cobrar más;  necesito…que haya más imbéciles, porque…pensándolo bien ¿qué tengo yo que no tienen los demás? Hay hombres que valen una fortuna, pero yo soy la fortuna; hay hombres que tienen muchas cualidades, pero yo las tengo todas; hay hombres con suerte, pero yo no los envidio. 300 millones, 400, 500…¿Dónde estará mi límite? ¿En estos cristales, en estos bloques de cristales, negocios de ejecutivos, que es mi casa? Yo que gano dinero por 500 hombres, qué digo, por 1.000, o tal vez un millón de hombres?
Pero de pronto me entró la tristeza, al mirarme en el espejo: había envejecido.¡Qué desgracia! ¿Cuándo voy a gastar todo el dinero que tengo? Se lo diré a Bill Gates, aunque soy Bill groes, no he de rebajarme..Esta es la gran duda. No es el cuento de la lechera, aunque es cierto que soy un punto más listo que el diablo, o hay en mí muchos diablos?
De pronto, desperté..
En esta ciudad…
Madrid, Londres, Nueva York…ciudades de los insomnios donde la justicia pasa cada día volando camino de otros mundos.



(*Pimco,Bill Groes)

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