domingo, 27 de enero de 2019

Arte

                                                En el centro Cultural Montehermoso de Vitororia

Las masas ocupan los espacios: llegan, avanzan, se dirigen...no importa el lugar. Esa sensación de grupo no se va nunca. A la gente no le gusta el silencio, sino el ruido que producen las muchedumbres: las manos que se juntan,los pies que caminan en la misma dirección, los ojos que descubren  las mismas lecturas, los jubilados que visten y calzan los mismos zapatos y se mandan los mismos videos de sus tocayos y los mismos chistes,etc.
Las masas tranquilizan, orientan, dan fuerza al débil que necesita un estímulo para salir adelante: ir al mismo espectáculo, caminar sin que nadie te persiga, asistir a la misma función, realizar las conocidas excursiones para chocar la mano, y saludar y quedar en paz.
Por otro lado, una cúpula repleta -orden y concierto- de manzanas rojas, impolutas y brillantes, en sentido geométrico nos puede llevar a reflexionar sobre el orden , sobre la belleza, sobre lo efímero de la belleza, sobre lo original y artificial e incluso sobre la vida y la muerte.
No es que sea arte: es el arte que cada uno elabora a su medida de la necesidad del momento.¿no pasa eso con la literatura? ¿No cambia la interpretación de una obra literaria con una segunda o tercera lectura, con una edad o con otra? Amigo mío, esto es un arte que tu interpretas;por eso cualquier cosa que te diga yo está hoy fuera de contexto.





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