jueves, 5 de mayo de 2016

Javier Muñoz Barrios


El Cristo de Javier. Javier nos amaneció con su Cristo terminado.¡Enhorabuena Javier! En toda obra de arte siempre hay un objetivo. El tuyo lo tenias claro: es un Cristo que refleja, como pocos, el asombro, con un mirar que va más allá de nuestro alcance. Traspasado por el dolor, parece interrogarnos sobre algo que cada vez nos parece más difícil entender: el sufrimiento. Es un Cristo que nos inducir a meditar sobre lo que está pensando. De ahí nuestra duda en el significado de esa mirada de asombro.
Javier es una bella obra que sé que te ha llevado su tiempo, pero cuando se cree en el arte el tiempo no existe.
Estoy ansioso por meter también en este blog esa escultura, preciosa, de mujer, a la que ahora te dedicas. Ánimo, pronto tendremos que hacer una exposición.
MI MENINA birria, huidiza, de collage y tinta, nunca pintada por el hombre del bigote y la cruz de la orden de Santiago. Mi Menina no es reina, ni falta que le hace, ni es noble ni falta que le hace, pero sí es satírica con lo noble. ¿Infanta? ¿Hoy? Sátira contra el poder...En aquel cuadro sólo son reales el artista y el perro. El artista que engaña, que simula, les hace ver su realidad que es la irrealidad que nosotros vemos. Lo oculto y lo real: un cuadro como incógnita y el cuadro mismo como burla. La mayor burla , las meninas,por eso no importa que esté desastrosamente mal pintada.
  "SALVEMOS LA NATURALEZA"

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