El oído de twitter, los oídos..da igual la hora, siempre acechantes, saliendo de la boca que no sabe estar callada, un mundo de panoplia y simplicidad. Lo más superficial es noticia, la boca que no se cierra, los oídos que la captan, miles, millones.
Ya nada es igual, nada será.
La globalización de la tontería -aunque puede unir a los miserables, nunca han tenido tantas posibilidades- que se convierte en creencias, en segundos. En algo podrá ayudar: "estoy mal, tú también lo estás". La próxima guerra mundial es la del twitter. Otro día explicaré las razones. Yo, mientras tanto, huyo de ese tipo de decires que todo son mentiras. Un saludo verano.
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