Si escribes algo, piénsalo. No seas
banal. No traslades información de un sitio a otro. No hagas perder
el tiempo a los demás. El tiempo es sagrado. También la
información. Si la repites, deja de serlo.
Sospecha de lo que otro haya escrito y
no se lo copies. Si está mal, tú también te habrás equivocado.
No quieras ser más
listo, como si fueras el único que lee lo que se escribe. Deja de
nutrirte de lo que otros repiten en redes sociales, periódicos,
televisiones. Sospecha de todos ya que generalmente repiten las
mismas ideas y conclusiones.
Crea algo distinto,
nuevo; para ello: reflexiona sobre el tema que vas de debatir,
consulta las fuentes primarias, y después, razonadamente, escribe tu
pensamiento.
Si hablas de un escritor,
primero debes leerlo. Si hablas de un animal, primero debes
distinguirlo y conocerlo; si hablas de un Estado, primero debes
conocer su historia,etc. Solo así lograrás abstraerte de las
vaguedades del periodismo y de los medios de comunicación.
Piensa que las grandes
obras exigen esfuerzos, estudios. Se aprende de los clásicos. Observa esta construcción de Niemeyer y piensa en la gran influencia que tiene, sobre todo en sus cúpulas circulares de otras obras clásicas del mundo romano. En el diseño del espacio y la luz. Crear significa conocer. Y el conocimiento no está en facebook, ni en el twitter, ni en la televisión, ni en los periódicos...aunque para la inmensa mayoría de ciudadanos constituye el único conocimiento posible.
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