sábado, 5 de abril de 2025

ALDEADÁVILA DE LA RIBERA


 Entiendo que a una salmantina no la puedes hacer esperar. Y sin embargo, todo el turismo nos presentamos un cuarto de hora tarde, a las tres de la tarde, la hora donde todo el mundo en Castilla duerme la siesta. La mujer, mayor, voluntaria, llegó cabreada y nos lo echó en cara. No se trata de ser creyente, sino puntual. Y por esas tierras lo son. Nos abrió de mala gana, y simplemente se detuvo en la explicación en el Lignum Crucis y en la costilla de San Bartolomé o los huesos de San Anastasio?, y de los demás pasó, y mira que había carnes, sangres y huesos de mártires interesantes!!! ¿Cómo llegaron hasta esta aldea? ¿Quién los trajo? Nada de nada, no estaba la tarde para bollos. Caminábamos ya mohínos, como diciendo este es el Altar,, esta es la Sacristía, muy grande, con una foto en blanco y negro de una monja que a alguien le llamó la atención y preguntó por contentar a la anciana. "La monja es de aquí , y en la guerra dio su carne.." No entendíamos. "Sí hubo un soldado herido que necesitaba carne para la herida y la monja se la dio voluntariamente, asique el pueblo le ha puesto el nombre de la monja a una calle". Nos dejó a todos callados. Quien más, quien menos iba buscando el sol de la calle; yo también salí y me fijé que la Torre junto a la Iglesia era una torre de defensa de los siglos XIV-SV.
Nos despedimos de la señora y fuimos en busca y captura del autobús . Como la Guia era colombiana tuvo que usar el móvil para buscar la misma calle donde nos había dejado y claro, con el GPS, recorrimos todo el pueblo, que es una aldea, y ya creíamos que no íbamos a encontrar el autobús. Vamos, que como la Guia no se comunicaba ni decía nada, todos la seguíamos como corderos, y ya la comida se bajaba a los talones y se empezaban a escuchar murmullos, y no sé qué hubiera pasado si no logramos llegar con el GPS a la misma calle por la que entramos.  

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