Hay imágenes que merece la pena conservar, creo yo. Pero un descuido, un fallo en el uso de los medios electrónicos te deja en el olvido. También hay otras imágenes que, aunque quieras borrarlas, es imposible. Incluso aunque pase mucho tiempo: me estoy refiriendo a aquellas imágenes que se representan en nuestra mente, a veces surgen sin saber por qué. La misma imagen de siempre que nunca se borra y tiene el hábito de aparecer cuando menos la esperas.
En cambio, otras imágenes que deslumbran a uno de súbito, como si fuese un rayo, una luz que surge, sin necesidad de una explicación, te gustan. El tema es cómo mantenerlas incólumes sin que sean atropelladas por otras más recientes, con olvido al momento de aquella que nos pareció bella .
En mi caso, con el tiempo he ido perdiendo interés por las clasificaciones: antes las metía en una Memoria, con un orden y clasificación, que poco a poco he ido abandonando. Sucede lo mismo cuando lees un libro: me enseñaron siempre a subrayar, a extraer lo subrayado y recopilarlo para un día trabajar sobre ello en un futuro tema.
He de decir que Internet, al menos a mí, me ha vencido. Todavía hay aspectos que no me sirven de ese adelanto electrónico, pero otros me han superado. Por eso -si hay tiempo- suelo colocar alguna foto en este portal, olvidándome por completo de todos esos charlatanes que publican videos en las Redes sin ton ni son.
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