De lo alto de las nubes de
invierno, blancas y grises, cae un viento gélido, que anuncia, como todos los
años, el Salón artístico de Otoño. La humedad de la tierra mojada, la humedad
del arte (barro, terracota, …),y el silencio de las “hojas caídas” (resina),
señalan “Un mundo por descubrir”,como si fuera ayer, sin trascurso del tiempo,
donde escultura y pintura se llamasen mutuamente. Es la variedad del arte que
origina “La duda” del “Pensamiento” al observar tanta obra y tanto estilo. Una
mirada a un “horizonte vertical”, firme, construido en “La ciudad” de bellas
señoritas, sin pudor, en esta tarde fría, bellas, como la “Bella” y “Virginia”,
serena (barro somos y en barro nos convertiremos), cuello en alto, mirada fija,
una bella “Geometría estática”, rodeada de “Nudos, cañas y hojas de bambú” al “Grito”
del invierno, del frío invierno en esta tarde que nos consuela el arte “Volando
libres” de obra en obra, cuando observamos a lo lejos “Las montañas blancas de Nepal”
o de la sierra madrileña. Finalmente nos reconciliamos con este disfrute artístico
antes de regresar a casa, “La casa del pintor”.
No hay comentarios:
Publicar un comentario