viernes, 25 de mayo de 2018

Sara Giménez


La escultura es, principalmente, FORMA. Forma que sugiere una idea. Forma completa o quebrada, fractal. Normalmente, Las formas en el arte son estáticas. En cambio, en la vida cotidiana, si nos referimos a los seres animados, seres vivos, las formas son dinámicas y cambiantes. Por su parte, los seres inanimados presentan diferentes formas estáticas, porque se supeditan a un fin determinado.
En la escultura, las formas, además de mostrar o reflejar la realidad, la pueden sugerir presentando una parte de la misma ,u observándola desde puntos de vista muy diversos.  
La forma escultórica será más llamativa, cuanto menos la hayamos observado. Si hay formas que en la naturaleza se repiten con asiduidad reflejarlas en el arte no supone ningún desconcierto. Las formas lo son todo, porque portan la idea, el concepto, que transmiten. Pero si la idea reflejada en el arte es tan simple y repetida, el arte no logrará conmover. En cambio, si la forma no es nada habitual constituirá un plus para su observación.
A veces las formas fractuales exigen un esfuerzo al observador para captar su mensaje; pero incluso en los menos entendidos una forma, digamos elegante, recabará cualquier atención .Así sucede con la obra de construcciones de Sara Giménez, que por su perfección constructiva  son formas percibidas abundantemente en nuestra imaginación y en nuestra visión de la realidad.
La forma, el exterior, es elegancia; el contenido, el interior, hay que trabajarlo.Como en la vida misma.

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