Yayoi kusama
Decir contra una dueña
Señora, pues que no puedo abrevar el mi carajo en este vuestro lavajo, por demás es mi denuedo: he perdido, segunt cuedo, mi afán e mi trabajo, si tras el vuestro destajo non vos arregaço el ruedo. Señora fermosa e rica, yo querría recalcar en ese vuestro alvañar mi pixa qu’es grande o chica; como el asno a la borrica vos querría enamorar, non vos ver, mas apalpar yo deseo vuestra crica. Señora, flor de madroño, yo querría sin sospecho tener mi carajo arrecho,
bien metido en vuestro coño.
Por ser señor de Logroño, non deseo otro provecho sinon foder coño estrecho en estío o en otoño. Señora, por fijo o fija en vos querría haber, más vos querría foder que ser señor de Torija; si meades por vedija, fazedmelo entender, que yo vos faré poner atanquía en la verija. Señora, en fin de razones, yo me ternía por sapo si el culo non vos atapo con aquestos mis cojones, |
e a los çinco empuxones
non vos remojaré el papo: non me den limpio trapo para enxugar los tajones. Señora, quien mea o caga non se debe espantar, aunque se sienta apalpar por delante o por de çaga; la que tal bocado traga como vos faré tragar, non se debe despagar, pues alguna bien se paga. Señora, notad el modo de aquesto que vos digo: vos habedme por mendigo si diez veces non vos fodo. En vuestras ingles devodo, que si subo en vuestro ombligo de vos çerrar el postigo non sé si será del todo. Señora, sabed de çierto que podedes bien a osadas medir nueve o diez pulgadas en mi mango grueso e yerto: si yo con él vos açierto a poder de cojonadas, las sedas bien remojadas serán d’ese boca-abierto. Finida Si vos fallo en descubierto, como fodo a ventregadas, veredes por las pisadas que non duermo, antes despierto. |
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