lunes, 21 de mayo de 2012

Carmen Conesa





      CONOCER

Todo forma parte de la ruleta
de la vida.
Una cadena que comienza
cada día,
y cada día se trenza.

En ella quedan señalados
algunos hechos.
Luego, la memoria
se aferra en ilusiones reales.

Con ella, llegamos al conocimiento.
Nos conocemos por aquella tarde,
aquel día
y aquel mes de aquel año.

Y a pesar de esto
nadie alcanza a saber
lo que tiene
que saber de nadie.

“No sabes nada de mi vida”
¡Como si tuviéramos el deber
a saber todo!

Gracias que sepamos algo
y de ese algo
posiblemente, sólo
nos interese alguna parte,
o no nos interese nada.

Y de esa parte
posiblemente, sólo
algún aspecto, - o ninguno-y así..

No sabemos  nada
de nada.-A lo mejor es mucho decir-
A veces sabemos
para justificar que algo sabemos.
-Simple orgullo-

Sabemos a través de algún despiste del otro:
de un día medio borrachos,
de una tarde amorosa,
de  una noche de recuerdos,
de un encuentro casual
que abrió corazones.

Sabemos que,
aunque sepamos,
seguiremos sin saber,
saber que somos sueño.

Hay aspectos que son
o parecen reales,
eternos por su duración,
cambiantes por su ser.

Pero nosotros
frágiles, pasajeros
queremos saber
el saber eterno.

No hay comentarios:

Publicar un comentario