Significantes

 Pasó el tiempo...Hubo un silencio. Nada se movía: ni el perro, ni el gato, ni en lo alto el milano que segundos antes circulaban. Miré con entusiasmo el cielo, las figuras que en él aparecían. A cada una le dí un significado para no quedarme en los significantes. ¡Con los bellos que eran! No como los objetos reales: una flor, unos cencerros,-...Aquellos significantes ocupaban todo un diccionario. Eran el todo, lo que se llenó en breves segundos. Sus formas espirituales me trasladaron al origen de lo que somos: un ala, una brisa, una luz incandescente, un breve suspiro, la imaginación.

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